En el país existe la Fundación Bitcoin Argentina para "promover el estudio y desarrollo de economías digitales descentralizadas" como el “bitcoin”.
Su presidente, Diego Gutiérrez Zaldívar, explicó en una entrevista a Infobae que "la cualidad fundamental de una moneda como el ‘bitcoin’ es que se trata de una moneda voluntaria, descentralizada y con código abierto".
Las cifras alrededor del “bitcoin” hablan por sí solas: hoy tiene más de cuatro millones de usuarios en todo el mundo. Se estima que hay algo más de 10 millones de “bitcoins” en circulación y el tope máximo de emisión que está previsto que alcance es de 21 millones. En países desarrollados hay tiendas que aceptan pagos con el mismo, ya hay un cajero automático y existen sitios de subastas que ofrecen productos a precio “bitcoin”.
Como explican los expertos, la confianza en el caso del “bitcoin” no está dada por la marcha de un gobierno o del respaldo de un metal precioso, sino que el depósito de confianza en el bitcoin lo brinda la matemática.
Lo malo
El problema con usar “bitcoins” es que todavía puede ser difícil completar compras. Como explicó Jessica Roy en la revista Time, todavía pagar con “bitcoin” no es divertido, ni sencillo. Es tentador buscar en la billetera una tarjeta de crédito para acelerar el proceso que a veces puede tardar hasta 20 minutos para finalizar una transacción digital con “bitcoin”. La ironía del comentario de la periodista Roy es que la dificultad de la transacción le ocurrió en el restaurant neoyorkino EVR, del polémico Charlie Shrem, uno de los impulsores de las monedas virtuales.
Finalmente, el dinero digital no necesita billeteras; se almacena en el disco rígido de la computadora o en un alguna nube de Internet, afirmó Timothy Lee en Forbes. Con la primera opción, los ahorros están expuestos a los fracasos de tecnología y con la segunda, a los hackers.