Escribe Juan Manuel Gorno
En los partidos calientes y determinantes, donde se garantiza la puesta en escena del corazón y se levantan las banderas del sacrificio, siempre se requiere algo más de juego. Y Unión Central, sin ser un derroche de fútbol, ayer tuvo ese plus que le permitió ganarle 1-0 a Unión Social para mantener el sueño de la clasificación a cuartos de final en el Apertura.
En la cancha de Alem, el equipo conducido por Jorge Negrette supo marcar un gol en la primera aproximación clara del partido, a los 29 minutos, cuando los dos equipos ya jugaban con diez hombres en un ambiente caliente, propio de los partidos de “hacha y tiza”.
Claro que la calentura del encuentro les impidió mostrar algo bueno desde el arranque.
Las piernas fuertes se mezclaron con las protestas desmedidas hacia el joven árbitro Gabriel Demarchi, que no tuvo otra que comenzar a utilizar rápidamente las tarjetas para controlar un juego prácticamente ingobernable.
En medio de las guapezas, a los 18 minutos se fueron a las duchas Ezequiel Gaido, defensor del local, y Jonathan Valdivia, atacante de la visita. Y pareció que Unión Social salió perdiendo porque careció de inteligencia para el ataque y dependió casi exclusivamente de algún arrebato individual de César Contreras. Mientras, Unión Central aprovechó la imprecisión rival y fue haciendo pie en el medio cuando soltó a Matías Chiosso por la izquierda y tuvo como eje al interminable Martín Delfino.
Precisamente, una proyección de Chiosso terminó con un pase profundo y cruzado para Claudio Ledesma, quien a los 29 minutos llegó hasta el fondo y tocó al medio para el ingreso goleador de Claudio Marinelli, que sólo tuvo que empujarla de primera.
Ante la desventaja en el marcador, el conjunto de Carlos Zabala fue al frente con Damián Moyano apretando en el centro, pero sin la eficacia necesaria para conectarse con sus compañeros a la hora de la elaboración del juego. Conclusión: el equipo no inquietó al arquero Miguel Ambrossio en toda la primera etapa.
Unión Central no anduvo con vueltas. Trató de ordenarse con Cristian Reinoso expeditivo atrás y se conformó con la manija de Delfino y el aporte de Rodrigo Solís, aunque todo sin profundidad.
Recién sobre el final de la etapa, generó otra acción con un nuevo centro de Ledesma que conectó Fernando Cabrera por el segundo palo, pero que alcanzó a tapar Damián Moyano.
Monada sin gol
Unión Social encontró una luz de esperanza a los 4 minutos del segundo tiempo, cuando el “Mono” Zabala, pícaro, hizo expulsar a Pablo Pereyra en un choque por la disputa de una pelota larga que cayó en las manos del portero.
Sin embargo, cuando el partido se hizo abierto en pocos minutos fue Unión Central, con nueve hombres, quien tuvo las más claras: Reinoso cabeceó al lado del palo tras un corner y Delfino, luego de una jugada magistral de Marinelli, no pudo definir en soledad ante la humanidad del arquero.
En el medio de esa acción, el equipo de Alto Alegre tuvo la gran chance de empatar con un pase de Brian Verón a Contreras, quien la pifió en la puerta del área chica.
Con semejante panorama, Unión Central priorizó el equilibrio atrás, el buen retroceso para la marcación y compensó en ataque con la presencia intimidante de Marinelli, un habilidoso de aquellos que encendió los mejores destellos del partido y puso nerviosos a los defensores rivales. Tanto es así que Juan Zabala, uno de los que debió sufrir al diez local, se hizo expulsar por agresión verbal al público que lo insultaba, justo cuando iba a ser sustituido.
Con nueve jugadores cada uno, el partido pudo ser para cualquiera, ya que Unión Central no lo liquidó con Marinelli (tiró la pelota por encima del arquero y le salió alta), mientras Unión Social buscó con pelotas paradas sobre el final, con el “Mono” yendo a cabecear dos veces.
Por orden, inteligencia y capacidad para anular las acciones rivales, Unión Central terminó erigiéndose en un ganador justo. Y después de asomar desde el fondo de la tabla, ahora saca cuentas para ver si alcanza el zarpazo para la clasificación.
La figura
Claudio Marinelli. El diez de Unión Central le aportó la mejor dosis de fútbol a un partido opaco. Además de marcar el gol, inquietó con habilidad y gambetas frontales que complicaron a la defensa rival. También se lució Martín Delfino y tuvo una muy buena tarde Claudio Ledesma.
El árbitro
Gabriel Demarchi. Cuestionado y abrumado, el joven referí tuvo que acudir a las tarjetas, por ello se toma como acierto las primeras expulsiones. Luego echó a Pereyra por un choque con Marcelo Zabala, aunque ambos fueron mal a disputar el balón. En la roja a Juan Zabala, el árbitro actuó a instancias del línea Rubén Peralta, quien escuchó un agravio verbal del jugador.