Personal policial desactivó anoche un amotinamiento que se generó en uno de los módulos del Complejo Esperanza, que aloja a jóvenes en conflicto con la ley penal y que se encuentra ubicado en cercanías de la localidad de Bouwer, en el Gran Córdoba y a 12 kilómetros al sur de la capital provincial.
De acuerdo a los datos suministrados por un vocero del Ministerio de Desarrollo Social, cartera que tiene a su cargo el complejo por intermedio de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, el motín comenzó en las últimas horas de la tarde y fue controlado anoche con la intervención de equipos especiales de la Policía provincial.
No se dieron detalles sobre los motivos que ocasionaron la protesta de un grupo de jóvenes, de 16 y 17 años, alojados en el módulo 2.
Desde la cartera ministerial precisaron que para disuadir el amotinamiento no fueron necesarios disparos de armas de fuego. Sin embargo, vecinos de las cercanías manifestaron a los medios locales que se escucharon varias detonaciones.
En principio la protesta dejó como saldo algunos daños materiales, como colchones quemados, precisó el vocero ministerial.
La legisladora provincial del Frente Cívico, Liliana Montero, impulsora en su momento de las denuncias sobre irregularidades en el funcionamiento del Complejo Esperanza, dijo anoche a Télam que había tomado conocimiento del amotinamiento y que en el interior de la institución había un “clima de tensión”, aunque también sostuvo que “en principio la situación estaría controlada” y que desconocía las causas de la revuelta.
Montero había denunciado los problemas de infraestructura, salubridad, alimentación, falta de recursos humanos e inasistencia psicológica de los internos, lo que motivó que la Justicia, al resolver a fines de abril un “hábeas corpus colectivo y correctivo”, ordenara al Gobierno de José Manuel de la Sota que realizara trabajos para garantizar “condiciones dignas” a los menores que allí conviven.