Llamada cetogénica, es una terapia médica nutricional clave para niños con enfermedad refractaria que no responde a fármacos anticonvulsivos, a quienes mejora la calidad de vida por la disminución sensible de las convulsiones, afirmó la neuropediatra María Vacarezza.
"La dieta es alta en grasa, de donde proviene el 90% del aporte de las calorías, y el 10% restante se calcula en base a las proteínas que necesita el niño para crecer, con una mínima cantidad de hidratos de carbono", informó a Télam Vacarezza, del Servicio de Neuropediatría del Hospital Italiano de Buenos Aires.
En una entrevista en el centro de Neurología Infantil Buenos Aires, en Almagro, Vacarezza contó que la dieta, "básicamente, se utiliza en la epilepsia refractaria de niños y adultos que no tienen ninguna respuesta a los fármacos".
En el Centro, entrenan durante una semana a las familias de los pacientes para que cocinen recetas cuya particularidad es tener como ingredientes crema, mayonesa, carne, aceites, manteca, huevo y leche especial cetogénica -con 90% de grasa- y apenas algo de frutas y verduras.
La dieta cetogénica es un tratamiento que se utiliza desde 1920, de cuando datan las primeras descripciones en la estadounidense Clínica Mayo; tuvo un auge alrededor de 1940 y luego, con el advenimiento del uso de anticonvulsivos, se dejó de utilizar.
"Es un tratamiento que en no muchos centros se hace y que en Argentina está en pleno crecimiento", relató Vacarezza.
La difusión de la dieta fue tema del 3er. Simposio Internacional de Epilepsias Refractarias hecho en Buenos Aires con la presencia de equipos médicos de 15 centros, entre ellos los hospitales Juan Garrahan, Sor María Ludovica de La Plata, Italiano, que tratan a 500 niños.
Vacarezza consideró que "lamentablemente se llega tardíamente al tratamiento, y a uno le gustaría que no se perdieran cinco años probando medicación porque, sobre todo en los niños, son años con convulsiones múltiples que deterioran la calidad de vida". Fuente: Télam, Buenos Aires.