Señor director:
El día 4 de noviembre de 2006 en Corral de Bustos apareció colgado de un árbol el menor Hernán Farías, de 15 años de edad. Las dudas del ahorcamiento surgieron desde el mismo momento en el que se encontró su cuerpo, el cual estaba colgado por una rienda de caballo, la cual estaba floja, es decir que no ajustaba su cuello de manera tal que pudiera producir la muerte de una persona. Además sus piernas estaban dobladas en posición de cuclillas, lo que resulta sorprendente porque un cadáver no puede estar colgado con las piernas dobladas.
Al pie del árbol había una bicicleta y alrededor había barro, porque había llovido, lo que también es sorprendente porque no se encontró ninguna huella o rastros de las ruedas de esa bicicleta.
Además se encontraron dos celulares al lado de su cadáver, sorprendiendo que estuvieran sin sus chips porque era hábito de Hernán utilizar esos aparatos para filmar.
El fallecimiento de Hernán Farías fue uno de los 17 sin esclarecer en Corral de Bustos, siendo un secreto a voces en esa ciudad que su cadáver fue bajado del baúl de un automóvil Renault 19 color blanco, propiedad de un vecino de dicha localidad que tiene una estrecha relación con las autoridades policiales del lugar.
Hasta la fecha los familiares de Hernán no tienen en su poder los resultados de la autopsia, a pesar que hace siete años que vienen luchando para tratar de obtenerla.
Consecuentemente hasta la fecha no hay acta de defunción del joven y, por si eso fuera poco, en la morgue de la ciudad de Marcos Juárez no consta el ingreso de su cuerpo sin vida.
Al producirse la pueblada el día 4 de diciembre de 2006 concurrieron a la manifestación la mamá de Hernán, Roxana Farías, y su pareja Hugo Dobba, quien estuvo detenido en dos oportunidades por haberse manifestado públicamente en contra del pésimo funcionamiento policial-judicial de la ciudad de Corral de Bustos.
Las sorpresas siguen. El propio Dobba fue apuñalado en la sección Enfermería de la cárcel de Villa María, salvando milagrosamente su vida y padeciendo actualmente una grave lesión pulmonar como consecuencia de dicha puñalada.
Todo indica que Dobba vio en los celulares de Hernán quiénes eran los policías que proveían droga al menor para su consumo y distribución.
Los testimonios brindados por Roxana Farías y Hugo Dobba en la película “Se nos ha perdido una niña”, producida por Jesús Chirino y dirigida por Sergio Stocchero, apuntan directamente y sin lugar a dudas al accionar de la Policía de la Provincia de Córdoba y su relación con el narcotráfico.
En dicha película también se escucha claramente y de manera nítida “ellos ahí adentro también consumen”, haciendo referencia en forma inequívoca a los empleados de Tribunales.
Por cierto, nada se investigó porque todo lo relacionado a drogas es de jurisdicción y competencia federal y no provincial, y lo grave de la situación es que se utilizó un delito de jurisdicción y competencia federal como es el de la fabricación de bombas, para encarcelar a los vecinos por más de un año y luego sobreseerlos por un delito que no tiene jurisdicción y competencia como es el de la fabricación de bombas.
En la Unidad Regional 13 de Marcos Juárez consta el secuestro de varias avionetas que aterrizaban en Corral de Bustos con cargamento de droga, lo que no fue informado por la comisario Viviana Virginia Gramajo, hecho que le valió quince días de arresto por la grave omisión, sanción que le fuera impuesta por el comisario departamental José Luis Azcona, de la ciudad de Marcos Juárez.
También tuvo una destacada actuación el policía Armando David Martín, quien tiene varias causas abiertas en la Justicia Federal de Bell Ville por comercialización de estupefacientes, siendo condecorado por la Policía de la Provincia de Córdoba por su destacado accionar en el incendio de Tribunales en Corral de Bustos, el día 4 de diciembre de 2006. Lo sorprendente es que Martín ese día no estaba en Corral de Bustos, sino que se encontraba en Isla Verde.
Así las cosas, hasta ese día, en que se utilizó el sepelio de la pequeña Ariana Sabache, fallecida tras ser golpeada y violada con tan sólo tres años, para que el propio juez Jorge Omar Farías incendiara la sede de Tribunales e hiciera desaparecer denuncias y pruebas contundentes que comprometían seriamente al propio juez (hoy degradado a secretario en el Juzgado de Control de la ciudad de Oliva), como así también a policías y abogados sospechados de la vinculación con el tema drogas, abuso de poder y sometimiento de la población.
Quienes se atrevieron a alzar su voz en contra de los poderosos y corruptos se encuentran hoy detenidos con más de tres años de prisión sin sentencia firme, con graves condenas de 5 y 7 años de prisión por hechos que no cometieron.
La historia continúa con el misterioso suicidio del hijo de Alicia Las Heras de Boetch, asesora letrada del tribunal, quien era públicamente conocido en el pueblo con el nombre de “Juanco y sus adicciones”, y no se sabe el modo en que murió, ya que se habla de un escopetazo, de un disparo de la muerte, de que apareció colgado, etcétera. Lo único cierto es que no hubo velatorio de la víctima y la autopsia es inexistente.
Juan Marcelo Farías
DNI 31.404.319