Si bien las autoridades de la Clínica San Martín lo negaron (ver nota al pie de esta página), EL DIARIO pudo conocer que se produjeron una decena de despidos en el centro de salud.
La “reestructuración del personal” que dejó afuera a seis administrativos, tres mucamas y un enfermero, hizo que los empleados que quedaron, tengan más horas de tareas diarias, lo que representa una clara recarga laboral.
De todos los casos, hay sólo dos que se pueden considerar como un fin de relación laboral no traumático. Uno, es el caso de una secretaria a la que habían contratado para remplazo de vacaciones y que le comunicaron con tiempo el fin de la relación laboral. El segundo, el caso de una mujer con 10 años de antigüedad a quien, pese a su deseo de seguir trabajando, le había llegado la hora de jubilarse.
El resto, son personas que perdieron abruptamente su empleo. Aquí sus historias.
Uno de ellos es un enfermero que hacía al menos un año que estaba trabajando en la Clínica. Sus compañeras recuerdan con dolor el momento en que le fue comunicado verbalmente el despido. El llamó a su madre llorando para comunicarle la triste noticia.
Otro caso es el de una joven que se desempeñaba en Administración en el área de informes de Diagnóstico por Imágenes. Ella llevaba al menos dos años de trabajo y sin mediar preaviso, le comunicaron, también verbalmente, que no fuera al otro día. Ya no había más lugar para ella dentro de la Clínica.
La siguiente fue una mucama que venía con contratos temporales desde hacía dos años. Es decir, los iban renovando sin dejarla cesante, pero tampoco incorporándola a la planta.
La otra mucama despedida sufrió una pérdida irreparable. El sábado 27 de abril su marido murió en la misma Clínica en la que ella trabajaba y el lunes 29, sabiendo la desesperante situación de la mujer, le dijeron que estaba despedida. Hacía un año que estaba contratada por tiempo indeterminado.
Otros tres hombres que hacían la guardia nocturna de admisión en el área Administrativa fueron los primeros a los que se les comunicó la noticia de que no tenían que volver al trabajo.
La décima despedida es una joven viuda, madre de dos hijos, único sostén de familia. El mismo día en que recibió la noticia verbal de que estaba despedida, se mudaba a una casa mejor, dado que con dos años y medio de trabajo entendía que se había estabilizado económicamente. Todo se derrumbó. La carta documento firmada por el director de la Clínica, Juan Carlos Zazzetti, expresa escuetamente que está despedida y que tiene la indemnización a su disposición. Sin causa, sin explicación. Es la única que la Clínica reconoce haber despedido.
Las consultas realizadas por EL DIARIO dan cuenta de que la mayoría está repartiendo currículums en la ciudad, hasta el momento, sin éxito.
Cabe señalar que los despedidos no acudieron al gremio ni al Ministerio de Trabajo. Según dijeron a este medio, todos tienen miedo de que al reclamar públicamente se les cierren las puertas de otros empleos.
En el centro de salud admiten un solo trabajador cesanteado
Juan Carlos Costamagna, de la Gerencia administrativa de la Clínica San Martín, recibió amablemente a EL DIARIO para desmentir que hubiera una decena de despidos. “Se imagina que de un día para otro no podríamos echar a casi un tercio del personal”, dijo.
Señaló que hubo en realidad una sola cesantía. Se trata de una secretaria “que acumulaba muchas quejas de pacientes que las expresaron en notas”.
“Tenemos un sistema de gestión de calidad y por eso se tomó la determinación. Además, ponía en riesgo el acuerdo con obras sociales porque cobraba plus a pedido de algunos médicos, contrariando las normas de la Clínica”, aseveró.
Los otros tres casos que reconoce son de dos administrativas que ingresaron por un contrato por tiempo indeterminado en remplazo de vacaciones y que concluido ese período se fueron; y el de una mujer que debía acogerse por ley a la jubilación dado que había cumplimentado la edad y los años de aportes.