“Queremos justicia: no puede ser que hoy una persona se muera por una quebradura”, dijo Josefa Jaime, la abuela de Matías Mautoni, sintentizando el reclamo contra los médicos del Hospital Pasteur, donde el 26 de marzo falleció el joven de 24 años.
Ayer, familiares y amigos del joven que falleció tras el accidente marcharon bajo la lluvia desde la esquina de Alem y Teniente Ibáñez, donde el 20 de marzo el muchacho fue embestido por una pick up de la Municipalidad.
De allí, se dirigieron a Tribunales pidiendo los resultados de la autopsia de Matías que, a un mes del fallecimiento, aún no fue entregada a la familia. Quieren saber, aunque lo intuyen, cuál fue la causa de la muerte porque, como dice la abuela, hoy nadie se muere de una quebradura.
La hermana del joven, Jesica Sosa, dijo que quieren la autopsia para evaluar acciones por mala praxis a los profesionales del Pasteur.
Tras esa parada en Tribunales, el grupo se dirigió al Círculo Médico, donde el padre, Jorge Mautoni, hizo un llamado a los profesionales de la salud.
“Creemos que los médicos han perdido su primer amor, han desviado su mirada hacia el dinero y se alejaron de los pacientes”.
La mamá de Matías, Liliana Orellana, relató que tras el choque, su hijo fue atendido “muy bien” en la Guardia del Pasteur. “El problema fue adentro, en la sala. Llegamos al fin de semana largo del 24 de marzo y el médico se fue de vacaciones. Dejaron que mi hijo se muriera de una infección”, afirmó.
Tras la primera atención en la Guardia, Matías pasó a la sala común donde tenía que aguardar la llegada de una prótesis. La familia asegura que en ese lugar no recibió la mínima atención. “El día que murió, llegué al Hospital y lo vi muy mal. Estaba pálido, temblaba y tenía fiebre. Yo llamé a las enfermeras y no vinieron. Tuve que volver a ir, y me decían que espere. ¿Que espere qué? Que me lo entreguen así, en un ataúd”, dijo la mujer.
“A él le dolía la panza. Nos llamaba a la madrugada para pedirnos hielo y así calmarse un poco. Las enfermeras nos decían que era porque no iba de cuerpo, pero en realidad era por la gran infección que le estaba ganando todo el cuerpo”, agregó.
En esos días, la familia, a través de un empleador de Matías, pudo comprar la prótesis que necesitaba, “porque fuimos a pedirla a Tránsito, y ahí nos dijeron que fuéramos al seguro”, explicó el padre, para relatar que en el seguro no le daban respuestas.
La marcha finalizó en el Concejo Deliberante, donde se desconcentraron.
Mensaje al intendente
El papá de Matías informó que el intendente Eduardo Accastello le envió gente para decirles que había despedido al conductor de la pick up, Miguel Pérez, de 44 años. “Yo me imagino que ese hombre tiene esposa e hijos y nosotros no queremos que nadie quede sin trabajo. No queremos que sus hijos sufran necesidades. No tenemos odio, sólo pedimos responsabilidad. Que ese hombre, con dos meses de trabajo, tenga un auto de la Municipalidad, es responsabilidad del director de Tránsito. Imagino que ese empleado seguro conducía presumiendo, porque hoy, un trabajo así, es importante. Pero nosotros no somos sanguinarios, somos pobres que sabemos lo que es la necesidad y no queremos que nadie la pase. Por eso le pido al intendente que lo ocupe de nuevo”, dijo.
Oración
Finalmente, Jorge Mautoni expresó que la próxima acción que van a llevar adelante será una oración ecuménica en la plaza pidiendo para que los médicos no se alejen de su juramento original.
“Vamos a pedirles a todos los líderes espirituales de Villa María, curas católicos, testigos de Jehová, mormones. Todos, para que hagamos una oración conjunta”, concluyó.