María Magdalena Aicega, la excapitana de Las Leonas, estuvo en Villa María el miércoles por la noche, en el marco del ciclo de conferencias “Villa María Mundialista”, que organiza el Ente Deporte y Turismo. Luego del paso del exentrenador del seleccionado de fútbol campeón del Mundial 1978, César Luis Menotti, hace pocas semanas atrás, ahora fue el turno para el hockey, que también vive los días previos a un nuevo mundial, que se disputará en Holanda.
“Magui” Aicega compartió con cerca de 250 personas una charla de casi 90 minutos, que tuvo como coordinador a Gustavo Ferradans, periodista de EL DIARIO. Del evento participaron, entre otras personas, jugadoras de hockey de los dos clubes de nuestra ciudad, además de dirigentes de distintas disciplinas villamarienses, como hockey, tenis, ciclismo y atletismo.
El escenario del auditorio del Centro Cultural Comunitario Leonardo Favio se convirtió en un living sobre el que se desarrolló la charla, en la que Aicega recorrió desde sus inicios en el Belgrano Athletic Club, de Buenos Aires, con tan sólo 7 años, hasta que llegó al seleccionado argentino.
“Antes de jugar el Mundial Juniors de 1993, donde fuimos campeonas del mundo, tuve una decepción al quedar afuera de una lista, para los Juegos Panamericanos de Caracas, el entrenador era “Chiche” Mendoza. Tenía muchas ilusiones y me quedé muy mal. Tuve que corregir un golpe que tenía, al que le faltaba potencia. Al año siguiente volví al equipo. Luego entendí por una frase que nos decía “Cachito” Vigil: ‘Lo importante no es llegar, ni mantenerse, lo importante es seguir creciendo’. El nos cambió la forma de pensar, cuando llegó a la selección en 1997”, contó la “Leona”.
Mientras recorría su trayectoria deportiva, transformándose en referente y líder del equipo argentino, relató cómo nació el apodo de Leonas. “Previo a los Juegos Olímpicos de Sidney, en el año 2000, Cachito Vigil, el asistente Minadeo y la psicóloga del equipo estaban con la idea de identificar al equipo con un dibujo de un animal en la camiseta, como pasa con Los Pumas. Nos llamaron a “Mechi” Margalot, que era la capitana, a Vanina Onetto y a mí, que era la subcapitana, para contarnos la idea. El animal elegido era una leona e Inés Arrondo que dibujaba se encargó de hacerlo. En los Juegos nos dieron esa camiseta con la figura impresa, pero al momento de ingresar a los Juegos uno tiene que presentar la indumentaria titular y suplente y no se presentó ese diseño. Luego de jugar la primera fase, donde perdimos dos partidos, nos dimos cuenta de que por el sistema de juego, empezábamos la segunda fase sin puntos, porque se arrastraban los puntos sumados contra los equipos clasificados en la zona, y nosotros habíamos perdido ante España y Nueva Zelanda. Nos desilusionamos mucho al enterarnos. Fue un error de no leer el reglamento, algo que parecía impensado. Entonces, alguien nos dijo que ganando tres partidos llegábamos a la final. El primer partido era contra Holanda y las jugadoras decidimos usar esa camiseta con el símbolo, con la idea de sacar la leona que teníamos adentro. Pero la del dibujo no la habíamos presentado y corríamos el riesgo de que no la aceptaran, nos decía el cuerpo técnico. Decidimos salir igual, total, no nos iban a hacer cambiar dentro de la cancha. Ese día le ganamos a Holanda y nació el nombre de “Leonas”, que se construyó con la mística de lo que brindaba el equipo dentro de la cancha”.
Posteriormente, Aicega, comentó que “en el último partido teníamos que jugar con Nueva Zelanda, que nos había ganado muy bien en la primera fase. Ese día no sé qué pasó que le ganamos 7 a 1. Faltaba poco para terminar el partido y yo escuchaba que “Cachito” me gritaba y me llamaba. Yo no quería mirar para el banco y pensaba ‘qué tipo denso, ya termina el partido, estamos ganando por goleada, si ganamos 7 a 1 o 7 a 2, da lo mismo’. Me doy vuelta y escucho que me grita: ‘¡Magui, somos finalistas olímpicos!’. A los dos días perdimos con Australia, pero logramos una Medalla de Plata”, relató ante el aplauso de quienes escuchaban.
Aicega, entre las experiencias y vivencias que contó, siempre se dirigió hacia las más pequeñas del auditorio. Habló de éxitos y sinsabores vividos a lo largo de 16 años con la selección argentina. El siguiente fue uno de los peores momentos vividos fue según el relato de la jugadora más ganadora en la historia de Las Leonas:
“En 2004, llegamos a los Juegos Olímpicos mentalizadas y convencidas de jugar la final. Nos tocó cruzarnos en semis con Holanda, ¿cuándo, no?, y perdimos. Fue una gran decepción. Lloramos mucho, fue un gran impacto. Había que jugar por el tercer puesto y me hablaron del cuerpo técnico que tenía hablar con el equipo para levantarlo. Que había mucho por jugar todavía. Y fue entonces que me dije: estoy acá en los Juegos Olímpicos y cerca de ganar una Medalla de Bronce. Si no hago nada por ganarla, dentro de unos años me voy a arrepentir si veo una foto y no me veo en el podio. Eso les dije a mis compañeras en mi arenga. Hay un montón de deportistas que les gustaría estar ahí y ¿nosotras vamos a desperdiciar la oportunidad de ganar una medalla? Le ganamos a China y nos subimos al podio”, contó Magui Aicega.
En cuanto al Mundial 2014, que comenzará en pocos días comentó: “Estuve ayer con Lucha (Aymar), que es mi amiga, y me contó que el equipo estaba muy bien. Yo tengo la sensación de que Argentina puede ser campeón. Es una sensación por lo que veo. Ojalá que no me equivoque”, dijo la defensora.
Sobre lo que se necesita para llegar al éxito, la todavía jugadora de la Primera división de Belgrano Athletic, dijo: “Para llegar a la cima en el alto rendimiento deportivo es necesario un enorme sacrificio, nadie llega a los primeros planos sólo con el talento o con un golpe de suerte” y agregó que “para llegar es fundamental entrenar con ganas, tener una buena alimentación y descansar como corresponde”.
Casi en el cierre, la ex “Leona” contó que “no sufrí al momento de retirarme de la selección. Extraño todo lo que viví, pero siento que me fui feliz. Mi nostalgia pasar por no estar en un lugar donde fui feliz, pero fue una elección. Me retiré jugando en un gran nivel. Me había casado hacía poco y quería convertirme en mamá”.
Al final de la charla se prestó a un ping pong, en el que expuso su corazón riverplatense, contó que su vida era el hockey, habló de su familia y sus hijos, para finalizar con “si volviera a nacer, sería jugadora de hockey”.
La jugadora recibió una plaqueta de reconocimiento por parte del jefe de Gabinete, José Carignano, y el presidente del Ente Deporte y Turismo, y un ramo de flores que le entregaron dos jugadoras villamarienses, una de cada equipo.
Luego fue el público el que hizo preguntas para cerrar la charla con un extenso aplauso a la leona más ganadora de la historia, dueña de tres podios mundiales, tres medallas olímpicas y cuatro preseas doradas en Juegos Panamericanos.
La próxima charla estará relacionada con el basquetbol. Si bien no se confirmó cuál sería la figura que estará en la ciudad, posiblemente en julio, se dejó entrever que podrían ser dos integrantes de la “Generación Dorada”.
Frase
“Si naciera de nuevo, volvería a ser jugadora de hockey, sin dudas”.