Escribe: Patricia Gatti
(Enviada a Leones)

Ante unas 10 mil personas que, según la Policía se dieron cita en el predio del Club Leones, la Comisión de Enlace hizo un acto con el que dio comienzo a cinco días de paro de comercialización de granos y de carne.
Estuvieron presentes los presidentes de las cuatro entidades que integran la mesa: el anfitrión Carlos Garetto, hombre de Leones y titular de Coninagro; Hugo Biolcatti, de la Sociedad Rural Argentina (SRA); Mario Llambías, de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Eduardo Buzzi, de Federación Agraria Argentina (FAA).
“Vamos a las rutas”, dijeron los presentes cuando Buzzi tomó el micrófono para iniciar una especie de asamblea pública. Con la frase, demostraron el ánimo de los productores que por ahora, los dirigentes tratan de apaciguar.
Si bien los discursos fueron críticos hacia el Gobierno nacional, evitaron expresiones demasiado fuertes como se escucharon en otros actos, con miras a la expectativa que genera la reunión del martes próximo con la ministra de Producción, Débora Giorgi, en lo que será el primer encuentro formal del año entre el Gobierno nacional y el campo.
De todas maneras, no faltaron los cuestionamientos. Por ejemplo, el acto incluyó además del Himno, la Marcha de San Lorenzo, para repudiar la decisión del Gobierno de retirar a los Granaderos de Yapeyú el 25 de febrero, cuando se cumpla un aniversario del natalicio de San Martín, donde asistirá el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos.
“Cómo vamos a creer que no se toman venganza con el campo, si hasta usan a San Martín para hacerlo”, dijo Llambías sobre el particular.
Por otra parte, anunciaron que el 12 de marzo, primer aniversario de la protesta nacional del campo, se realizará un acto importante en Córdoba.

Una Fiesta del Trigo distinta

Abrió el fuego con los discursos estrenando la presidencia de Coninagro, Carlos Garetto, quien recordó que año tras año, la Fiesta Nacional del Trigo fue el marco en el que los funcionarios nacionales y provinciales anunciaban las políticas de incentivos para el sector “y hoy nos encuentra en esta situación”.
Agregó que los hombres de campo no son “egoístas ni antisolidarios, sino que quieren un país mejor para lo cual pedimos un diálogo sin condicionamientos”.
Finalmente, le pidió a la presidenta que “abra más los oídos y cierre más la boca, porque así nos irá mejor”.
Al turno de Biolcatti, comenzó denunciando “las maniobras del Gobierno” para dividir el sector y agradeció a sus pares por la confianza ratificada en él pese a esa reunión secreta mantenida con el Gobierno (ver recuadro).
El presidente de la Sociedad Rural Argentina dijo que el Gobierno “desperdició el gesto del campo de postergar el paro que íbamos a iniciar la semana pasada, cuando descubrió que en Argentina había pobres y pidió solidaridad. Nosotros sabemos de pobreza y cómo combatirla. No nos hace falta un Tartagal para descubrirla”.
Aseguró que se mantendrán en vigilia hasta que haya una salida al sector.
Finalmente, señaló que están preparando un decálogo con los principales reclamos del sector productivo al que llaman “Los 10 mandamientos”. “Pero estaría bueno que no se olviden de los mandamientos de Dios entre los que están el no levantar falso testimonio ni mentir, no codiciar los bienes ajenos (sic), no robar y no matar. Incluyo éste último porque con esta política están matando los pueblos del interior.”
Mario Llambías señaló que “el conflicto va a ser largo y lo que tenemos que seguir sosteniendo es la unidad entre todos, no sólo del campo, sino todos los sectores productivos a los que les interesa el país”.
Se mostró esperanzado con el diálogo del martes indicando que “ojalá la ministra sea la iluminada que tenga el poder que hasta ahora no le dieron a los otros funcionarios”.

Los dolores que nos quedan

El cierre de los discursos estuvo a cargo de Buzzi, quien planteó que seguirán los reclamos “no con ánimo destituyente ni golpista, sino con el deseo de vivir en nuestros pueblos con alegría, con trabajo y dignidad”.
Como balance de lo vivido en el último año, Buzzi dijo que cambiaron la “forma de gestión política basada en la billetera y el clientelismo”.
Señaló que él, como muchos otros, tuvieron esperanzas que el kirchnerismo fuera el principio de la consolidación de una política de inclusión para toda América Latina “pero a poco de andar nos dimos cuenta que no tienen ninguna voluntad de transformar nada. Sólo benefician a los poderes económicos consolidados en los ´90”.
Entiende que la prioridad es “combatir la pobreza y generar las condiciones para la producción. En cambio, este Gobierno necesita las retenciones para pagarle al Club de París de contado”. Remarcó que es “inadmisible” que en Argentina mueran 23 chicos por día por causas evitables, mientras que firman extensiones de contratos petroleros hasta el año 2047, financian a las aceiteras, operadores frigoríficos y lácteas amigas del poder o piensan en vender calefones”.
Concluyó diciendo que “los dolores que nos quedan, son las conquistas que nos faltan”, parafraseando al lema de los protagonistas de la Reforma Universitaria del ´18.

Diálogo sin condicionamientos

Buzzi señaló que quieren llegar al diálogo con la ministra Débora Giorgi “sin condicionamientos. No se trata de discutir retenciones sí o retenciones no. Se trata de admitir que la política agropecuaria es un desastre y por lo tanto, tenemos que discutir todo el paquete: los procesos comerciales, las retenciones y sobre todo, la recuperación de la confianza”. Aseguró que la gestión kirchnerista representa a un Estado benefactor “lo único que cambió fueron los beneficiarios. Antes era la gente que iba en el tren, que tenía caminos o trabajaba en las fábricas. Ahora los beneficiarios son los Bulgueroni, Cristobal López y los Urquía”.

Pidieron a la oposición que se ponga de acuerdo

“Hay que ponerse de acuerdo muchachos”, dijo Buzzi, dirigiéndose a los radicales y a Juez, avalando la política de alianza.
Asistieron al acto de Leones dirigentes políticos del arco opositor. Junto a Luis Juez estuvieron Gumersindo Alonso, Carlos Rossi, Mario Ardid y Miguel Ortíz Pellegrini. Por el radicalismo participaron los dirigentes Mario Negri y Oscar Aguad. También estuvieron los socialistas Laura Sesma y Rubén Giustiniani, los de la Coalición Cívica Griselda Baldata y Adrián Pérez, entre otros.