Un jubilado tiopujiense y un mecánico nacido en Hernando, pero domiciliado en Villa Nueva, recibieron ayer penas de tres años de prisión efectiva en sendos juicios abreviados realizados en la Cámara del Crimen de Villa María.
En primer turno, Félix Cuadrado, de 73 años de edad (14 de noviembre de 1940), fue declarado autor responsable de “abuso sexual sin acceso carnal, agravado y reiterado”, en perjuicio de una adolescente de su entorno familiar, a la que sometió a tocamientos y manoseos impúdicos.
En la segunda audiencia de la jornada, Héctor Rafael Deheza, alias “Rafa”, de 43 años (20 de julio de 1970), fue hallado culpable de “estafas reiteradas”, “encubrimiento reiterado” y como “participe secundario de robo” por una serie de hechos delictivos de vieja data, cometidos entre 2001 y 2012.
La particularidad de los dos procesos orales y públicos fue que tuvieron las mismas autoridades judiciales y los mismos abogados defensores. En efecto, el camarista René Gandarillas, el fiscal Francisco Márquez y el secretario Roberto Jue intervinieron en ambas audiencias, mientras que los conocidos letrados cordobeses Carlos Hairabedián y Sebastián Becerra Ferrer defendieron a los dos acusados.
Tanto Cuadrado como Deheza -cada uno a su turno- confesaron haber cometido los hechos delictivos que se les atribuían, circunstancia que posibilitó que los dos juicios se realizaran bajo la modalidad de “trámite abreviado”, es decir, omitiéndose la recepción de pruebas testimoniales en la sala del quinto piso de Tribunales.
El abusador
En la primera audiencia, el septuagenario admitió haber abusado reiteradamente de una adolescente (actualmente de 16 años) en fechas no precisadas, pero durante el transcurso de 2012.
Cuadrado fue detenido en octubre de ese mismo año (es decir, que ya lleva un año y siete meses entre rejas), por lo que al ser condenado a tres años de prisión efectiva y tratándose de un convicto primario, está en condiciones legales de obtener la “libertad condicional”.
Así lo establece el artículo 13 del Código Penal de la Nación, que precisa que “el condenado a prisión (...) por tres años o menos, que hubiere cumplido ocho meses, observando con regularidad los reglamentos carcelarios, podrá obtener la libertad por resolución judicial, previo informe de peritos que pronostique, en forma individualizada y favorable, su reinserción social”, aunque bajo ciertas condiciones.
Por esa circunstancia, este tambero jubilado, con último domicilio en la vecina localidad de Tío Pujio (lugar donde se produjeron los abusos), estará recuperando la libertad la próxima semana.
El estafador
En el segundo juicio, “Rafa” Deheza reconoció su participación en todos los hechos que se le atribuían, algunos de los cuales fueron cometidos hace más de 13 años cuando estafó a varios clientes, a los que les compró automóviles con cheques robados, e hizo lo propio en comercios de Villa María y Villa Nueva.
Detenido desde hace ocho meses, Deheza también tuvo una participación indirecta en la sustracción de un tractor en un campo de la localidad de Carrilobo, allá por el año 2002, que luego intentó vender en Pampayasta.
En efecto, dos sujetos robaron la maquinaria agrícola, propiedad de Celestino Suppo, de Pozo del Molle, y se lo entregaron a Deheza para que lo vendiera, aunque no pudo lograr su cometido. Fue por eso que se lo procesó como “partícipe secundario de robo” y por “encubrimiento”.
Si bien nunca había sido condenado, el mecánico hernandense registraba numerosas causas abiertas en los Tribunales locales, las que pudieron agruparse después de varios años y llegaron a juicio una vez que fue detenido, en septiembre del año pasado.