Con el explícito título “Estacionamiento medido en Villa María: negocio, abuso y robo”, el dirigente local del Frente Amplio Progresista (FAP), Manuel Ramón Arriaga, lanzó un comunicado a los medios en el que expone los puntos en contra del cobro que se ejerce en las calles céntricas.
“Sólo con observar no se puede menos que advertir que la facultad utilizada por el Ejecutivo Municipal en el tarifado y cobro del estacionamiento medido en calles públicas de la ciudad es un gran negocio pensado y ejecutado con el solo fin de lograr utilidades que a su vez da la impresión de que no quedan exclusivamente a favor de la entidad concesionaria (Sociedad Civil sin fines de lucro), sino que podría haber otros socios ocultos, que sería importante descubrir. Pareciera que acá hay gato encerrado. A esta altura queda demostrado que el estacionamiento medido no persigue un ordenamiento del tránsito, sino hacer del espacio público, que pertenece a todos los villamarienses, una excelente oportunidad de ingresos para unos pocos especialmente seleccionados. Según dictamen de quienes integran el Tribunal de Cuentas de la ciudad de Villa María, doctores José Naselli y Gustavo Maristani, la concesión de este negocio a favor de la actual concesionaria se ha formalizado en trámite absolutamente irregular, dicho con sólidos fundamentos jurídicos y fácticos, incluso con falsificación de firmas y así se lo han hecho conocer al propio intendente municipal Eduardo Accastello y al Concejo Deliberante. Nadie se hace cargo ni contesta y lamentablemente quienes tienen que investigar y resolver sobre el incumpliendo de los deberes de funcionario público no actúan, como en tantos otros casos denunciados”.
“La extensión de calles donde se cobra el estacionamiento resulta absolutamente disparatado y fuera de todo sentido común. Se está utilizando el estacionamiento tarifado como un gran negocio de cocheras descubiertas sin inversión alguna, salvo los elementos mismos que ayudan a perpetrar este terrible abuso (un verdadero affaire) que cae en la espalda de cada uno de los ciudadanos villamarienses y vecinos de la zona de influencia o quienes visitan la ciudad desde otras latitudes. Todo ello complementado por una tarifa que resulta una verdadera tropelía”.
“Nadie podría discutir un estacionamiento ordenado y tarifado en la zona del microcentro y algunas calles aledañas, siempre que se haga dentro de una superficie determinada y lógica y respetando un plan integral de regulación de tránsito. Lamentablemente en nuestra ciudad no se cumple con ninguna de esas lógicas reglas. Es obvio que la circulación de vehículos en Villa María es un verdadero caos”.
“Se roba con una disparatada tarifa, pero también resulta escandalosamente abusiva la multa que se cobra ante la falta de registración de la tarjeta de tránsito en las máquinas tickeadora. Ocurren casos de no pago por olvido, porque la tarjeta estaba iniciada y erróneamente se la cierra en lugar de abrir (cuando da el sol a la máquina es imposible leer), porque se acabó el saldo y no hubo tiempo de renovarla, por desconocimiento y también por quien inflige la obligación del pago. Si estuviera en un estacionamiento privado, un shopping, en el aeropuerto, o cualquier otro espacio con sana intención, el recargo por la pérdida del ticket es un día completo de estacionamiento como máximo. En Villa María con un fin groseramente recaudatorio la sanción es equivalente a 66 litros de nafta súper, hoy la módica suma $ 900 (novecientos pesos), un verdadero y descalificante robo al bolsillo del ciudadano”, concluyó Arriaga.