"Puede haber pueblo sin revolución, pero lo que nunca puede haber es revolución sin pueblo". Palabras de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la celebración del 204º aniversario de la Revolución de Mayo.
A más de dos siglos del glorioso mayo de 1810, el pueblo sigue encontrando espinas en los intrincados caminos de la soberanía y la independencia.
“Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la Patria”. Una frase que pertenece a Manuel Belgrano y que hoy sigue teniendo vigencia.
Hemos avanzado y hemos retrocedido. Es parte de nuestra historia. Decir Patria, es decir pueblo. Pero entre las dos palabras tan simbólicas se infiltran los intereses de quienes han encontrado diversos artilugios para evitar que la igualdad tenga su lugar en el mundo.
En los últimos años, el país tuvo logros importantes, nadie puede negarlos. No obstante, la soberanía sigue con el cartel “en construcción”, los poderosos no sacan su presión sobre los países latinoamericanos y estamos viviendo un mayo complicado.
Fue una semana, la previa al 25, teñida por el reclamo de trabajadores que pierden su fuente laboral o ven disminuir el poder adquisitivo de los salarios en un proceso económico con mayores dificultades que años anteriores.
La paradoja nuestra de cada día. La fe y la esperanza nuestra de cada día. El pueblo protesta, el pueblo celebra. Y nunca se rinde.
Tiene razón la presidenta, no puede haber revolución sin pueblo. Todavía, la calle le pertenece a los más débiles y le seguirá perteneciendo hasta que la justicia social se muestre con su mejor rostro y sin máscaras.
“Mientras haya un solo pobre en la Patria estaremos en deuda con ella", dijo Cristina.
Una deuda con intereses acumulados de años, de siglos.
¿Quién la pagará?
El discurso presidencial tuvo momentos muy emotivos. Cristina habló de unidad pero no a cualquier precio.
Habló de “entendernos” más pero sin descalificaciones ni discriminaciones.
¿Encontraremos alguna vez los argentinos un camino de diálogo que deje de lado los intereses particulares y priorice los del conjunto?
Este sería un buen tiempo para la búsqueda de una unidad, sin que signifique un retroceso.
La presidenta ha tenido actitudes positivas en ese sentido. Está dando señales. Sin resignar sus convicciones, Cristina dejó una frase en su discurso de ayer que no puede pasar desapercibida para sus “enemigos acérrimos”.
Para esa minoría que en forma permanente la descalifica y busca diversas formas de “desestabilizar” su Gobierno.
"Soy como soy y por ahí soy dura en mis palabras. Si a alguno le ofende mi forma de hablar les pido perdón, pero sepan de corazón que siento este país y esta patria”, afirmó en su discurso en la plaza del pueblo. La plaza de los reclamos, la plaza de los festejos.
Vienen nuevos tiempos y la continuidad del modelo implementado desde el 25 de mayo de 2003 no está garantizada.
Los argentinos todavía tenemos que aprender a darle valor a las políticas de Estado que son beneficiosas y corregir los errores.
Hemos logrado un Estado fuerte, elemental paso para hablar de soberanía, se sumaron conquistas sociales, indispensables para soñar con la igualdad.
Tener un rumbo claro, es la única manera de no retroceder, de seguir construyendo la independencia que soñaron los hombres y mujeres de mayo.
Vienen nuevos tiempos y se necesita generar “fe y esperanza”. También, lo pidió la presidenta.
Difícilmente Cristina pueda elegir un sucesor. Ella lo sabe. El gobernador de Buenos Aires Daniel Scioli no es visto con buenos ojos por el kirchnerismo y hoy es uno de los probables candidatos, junto a otros dirigentes de la oposición que están en carrera rumbo a la Rosada.
¿En quién puede confiar el pueblo? Es la pregunta que andará dando vueltas por los rincones todo este año y parte del próximo.
Es importante que no olvidemos que decir Patria, es decir pueblo. Y no podemos olvidar que entre las dos palabras hay demasiados intereses infiltrados.
El legislador provincial de la Unión Cívica Radical, Rodrigo de Loredo, impulsó una iniciativa para declarar de Interés Legislativo el juego “Preguntados”, creado por el argentino Máximo Cavazzari, en consonancia con la propuesta del Ministerio de Cultura de la Nación que impulsa su declaración de Interés Cultural.
“El valor del Preguntados es que además de propiciar entretenimiento revaloriza el conocimiento y permite aprender a medida que jugamos, ya que se considera ganador al jugador que mayor conocimiento demostró en las diversas categorías”, sostuvo el integrante de la unicameral.
También, destacó que “el juego permite además la interacción social toda vez que los jugadores desafían a sus amigos de las redes o a desconocidos, es decir que compiten contra personas y no contra operadores o máquinas”.
El mencionado juego tiene atrapados a millones de personas en el mundo y a cientos de villamarienses que se desafían diariamente. A responder.