El pasado domingo se conmemoró en Argentina un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, hecho que fue celebrado ayer en el Jardín de Infantes Nicolás Avellaneda con un emotivo acto organizado por su equipo de docentes.
Finalizado el mismo, la directora Gloria Fernández repasó el presente de la institución educativa, relatando que “este es un jardín de infantes en donde hay mucho por hacer, pero en el cual hay un gran acompañamiento, tanto de parte del club de madres y padres como de sus docentes. que tienen una impronta fuerte. Todos los educadores estamos trabajando con el fin de cumplir nuestro mandato de enseñar”.
“El de hoy (por ayer) fue un acto especial para todos, donde se conjuga todo el trabajo que han hecho las docentes desde el comienzo de año, una síntesis del trabajo en referencia a la identidad, al derecho a la educación y a tener un nombre y recordar a aquellos que hicieron posible que nosotros podamos ser libres y hoy tenemos ese derecho”, sostuvo.
Al mismo tiempo, Fernández aseguró que “nosotros como docentes, junto a los padres, tenemos que pensar y revalorizar lo interesante que tiene la escuela hoy, además de la importancia que tiene el celeste y blanco en cada acto escolar”.
“Cada acto es la renovación del volver a empezar en una educación mejor y en que la familia también forme parte. Me llamó la atención de tantos familiares en esta fiesta y eso nos emocionó a todas las docentes de la institución”, expresó.
Por otra parte la directora comentó que “este es mi primer año como directora y me habían comentado que era poco común la participación de la familia en este tipo de encuentros, pero en este acto realmente sentí cómo que las fuerzas están renovadas”.
“Creo que los familiares de los niños también tienen la misma necesidad que nosotros, de pensar nuevamente como argentinos, de luchar por la libertad y por nuestros derechos. Cada escuela, solamente con el izamiento de la Bandera celeste y blanca produce un sentimiento necesario de juntarnos, de creer nuevamente”, analizó.
En cuanto a número, Fernández contó que “actualmente el jardín tiene 115 alumnos entre las salas de 3, 4 y 5 años. Esta es una escuela en la que hay mucho por hacer. Hay tanto por alcanzar que a veces la creatividad y la fuerza del docente por hacer cosas hacen que el jardín esté así. Muchas veces los educadores aportamos económicamente para que se llegue a algo, lo mismo que la familia, para los distintos eventos que se van haciendo. Todo lo vamos logrando también con donaciones de la comunidad”.
“La Cooperativa de Trabajo de ‘Acueductos Centro Ltda.’ (COTAC) nos hizo una importante donación, los chicos de Rotaract nos pintaron una parte del patio, otros jardines de infantes también aportaron mucho, Vanova nos donó un grabador que nos hacía falta, Centro Color y Fadepa nos donaron pintura”, repasó y agradeció.
Finalmente manifestó que “vamos estableciendo distintas redes para que de a poquito vayamos logrando lo que nos hace falta. Hoy estaríamos necesitando material didáctico para los niños, un equipo de música, porque el que utilizamos para los actos es prestado, ladrillos para reparar algunos sectores del edificio y luces para colocar en el patio”.
s El festejo
El acto por el 25 de Mayo comenzó con el ingreso de la Bandera de ceremonia y la posterior entonación de las estrofas del Himno Nacional Argentino.
A su término, comenzaron las intervenciones de los alumnos de las diferentes salas. En ese aspecto, primeramente estudiantes de todos los niveles desarrollaron una representación alusiva a la fecha, que incluyó juegos típicos de la época.
A continuación, otro grupo de alumnos presentó su proyecto de comidas típicas nacionales, que concluyó con el reparto de tortas fritas para todos los presentes en el lugar.
Seguidamente alumnos de la sala de 5 representaron a los mulatos, quienes por ese entonces eran considerados como esclavos, después niños de las salas de 3 y 4 años bailaron el tema “Aprender a volar”, de Patricia Sosa, y para culminar los más grandes del jardín hicieron lo propio al ritmo del candombe.