Con el viaje en el colectivo urbano a dos pesos, Villa María es la ciudad que tiene más caro el boleto, comparándola con las otras ciudades importantes de la provincia como Córdoba capital, Río Cuarto y San Francisco.
En la capital, la empresa municipal de transporte cobra por pasaje 1,50 peso.
En San Francisco, que tiene un sistema semejante al nuestro -con Centro de Transferencia y colectivos italianos incluidos- fijaron un aumento elevando de un peso, que es el costo actual, a 1,50 peso. Ese incremento regirá a partir del 16 de marzo y según aseveró Miguel Pesce, secretario de Gobierno de esa ciudad del Departamento San Justo, será el “único incremento del transporte urbano de pasajeros durante el año 2009”.
Finalmente, Río Cuarto es la segunda ciudad más cara de la provincia, dado que ellos tienen fijado el costo del boleto en 1,75 peso.
El valor de dos pesos no fue tratado en el recinto legislativo, sino que lo abordó una comisión integrada por el presidente del Concejo Deliberante, un concejal por cada bloque de la oposición y un miembro de la Emtupse (Empresa Municipal de Transporte Urbano de Pasajeros, Sociedad del Estado).
Según la ordenanza aprobada por Unión por Córdoba y la Democracia Cristiana, esa comisión tiene la función de: “A) El control de la efectiva implementación de la nueva configuración de recorridos y frecuencias; y B) Reajuste del valor del boleto, siempre que las variables económicas que rijan la actividad así lo fundamenten”.

Pereyra cuestiona al Frente Cívico

El concejal de la Democracia Cristiana, Ricardo Pereyra, salió al cruce del Frente Cívico que lo cuestionó por votar la conformación de la comisión delegando funciones del Deliberante (ver en nota principal el texto del artículo polémico).
“Señores del Frente Cívico, con respecto a la ordenanza 5.930 aprobamos la creación de la comisión, pero no para que legisle. Jamás delegaremos facultades que confiere la Carta Orgánica Municipal (al Concejo). No pretendemos erigirnos como la verdadera oposición al oficialismo, solamente cumplimos la función que nos encomendó la ciudadanía, los que nos votaron y los que no nos votaron, tratando de cumplir nuestras obligaciones, participando de las comisiones, aportando proyectos, atendiendo a la gente, tratando de solucionar problemas dentro de nuestras posibilidades. Cualquier vecino de nuestra ciudad, con sólo pedir los libros de asistencia podrá ver quiénes son los concejales que no concurren al recinto y a qué partido pertenece el concejal que menos participó durante el año del trabajo en comisiones. Les voy a demostrar quiénes son funcionales al oficialismo accastellista. ¿Se olvidaron por qué continúa en el cargo de síndico de la Emtupse el contador Jorge Grasso? ¿Se olvidaron de la propuesta que yo mismo le hice para consensuar el nuevo síndico titular y suplente o era más redituable quedar bien con el intendente Accastello?”, indicó Pereyra.
Finalmente, el edil les pidió a los concejales Miguel Zandrino y Carlos Andrada y a los dirigentes Alejandro Roganti y José “Bachicha” Sánchez “que expliquen públicamente por qué a la comisión de Seguimiento manda a un empleado que depende del oficialista Javier Suppo”, concluyó.

Irregularidades en la comisión

El concejal de la DC Ricardo Pereyra fundamentó en dos razones su negativa a firmar el acta que fija el aumento del boleto. “Se trata de sendas irregularidades. Una, de Unión por Córdoba, que dio participación a Daniela Lucarelli que no es miembro de la comisión y la otra, del Frente Cívico, que hizo participar a Gabriel Musatti en representación del concejal Carlos Andrada, cuando Musatti es empleado administrativo del Deliberante y depende directamente de Javier Suppo”, dejando claro que formalmente el letrado asesor no es contratado por el bloque de Andrada.