Claas Argentina y Forratec realizaron dos nuevas ediciones de su clásica jornada de capacitación forrajera. En esta oportunidad, eligieron la localidad bonaerense de Ameghino y la santafesina Sunchales. Esta vez, a las charlas técnicas se sumaron las claves económicas y climáticas para esta campaña.
El pronóstico para el negocio agropecuario trae algunas buenas noticias y otros nubarrones, tanto literales como metafóricos. Esta vez, la “yapa” fueron las perspectivas agroclimáticas y las claves político-económicas para este año, que se sumaron a las charlas técnicas sobre forrajes y maquinaria agrícola.
El economista y periodista Julián Guarino mostró un mapa sobre lo que cada país exporta al mundo. Allí se pudo ver claramente cómo Argentina es una de las escasas naciones especializadas en colocar alimentos en los mercados internacionales, lo que implica una ventaja competitiva a nivel global que involucra a un mercado de 4.000 millones de personas de países que no se especializan en la producción y exportación de alimentos, con los que podemos complementarnos.
Respecto del clima, el especialista Eduardo Sierra dijo que el marco general “presenta algunas ventajas y algunos riesgos”, y desglosó: “Hay un fuerte incremento de la inestabilidad climática en todas las variables atmosféricas; disminución del promedio anual de lluvias; precipitaciones de tipo tormenta severa, con mucha irregularidad espacial y riesgo de granizo, vientos y aguaceros torrenciales; los Niños van a ser muy irregulares y erráticos; y las Niñas serán muy secas”.
En este contexto, el fenómeno de el Niño que señalan los pronósticos para este año representa una buena noticia, “pero con algunas situaciones de riesgo”, según Sierra: “Se puede esperar mucha producción de maíz y soja, por las abundantes lluvias, pero las mismas afectarán negativamente al trigo y a la cebada”.
Tras un panorama de precipitaciones muy errático en los últimos meses, con lluvias en noviembre, y sequía en diciembre y enero, el agua volvió a fines de este último mes y de modo excesivo. “Algunos campos bajos quedaron anegados, lo cual sumado al descenso de la temperatura puede provocar muerte de ganado índico en los próximos meses, y será un problema muy grande para la fina si esos campos llegan aún anegados a la primavera”, sostuvo el experto.