Ricardo Pereyra (Democracia Cristiana) cuestionó al bloque del Frente Cívico y Social y atacó por elevación a Gabriel Mussati (foto). La respuesta no se hizo esperar y Mussati salió al ruedo con el siguiente escrito:
“En la oportunidad asistí a las dos reuniones (de la comisión de Transporte) convocadas al efecto, por encargo del concejal Carlos Andrada debido a la imposibilidad material de éste de poder estar presente y porque el presidente del bloque del Frente Cívico y Social, Miguel Zandrino se encontraba recuperándose de una operación.
En las mismas participé sin emitir opinión personal respecto de la oportunidad, modo, monto, o cualquier aspecto relacionado con el aumento de tarifa (boleto urbano) dado a la Emtupse ya que no soy miembro de esa comisión, por lo que mi participación activa está vedada. Sólo me limité a trasladar las observaciones y propuestas hechas al respecto por Andrada. Así lo hice saber a la comisión y, en ese carácter, estuve presente en las reuniones.
Lo que llama la atención es la conducta bipolar del concejal Pereyra que ahora sale a poner de manifiesto como irregular mi presencia, cuando su participación fue llamativamente pasiva en las discusiones sin emitir una sola palabra ni objeción y “dejando hacer a gusto y piachere” al oficialismo para luego, ante la opinión pública, decir que se opone a algo que en la comisión no se opuso ni dejó de manifiesto.
El concejal peca en el fundamento de su oposición pública y extemporánea, basándola en cuestiones meramente de forma cuando debería hacerlo en cuestiones de fondo. En el diario del domingo, Pereyra transcribe la ordenanza que delega “encubierto” funciones que le son propias al cuerpo de concejales. Cabe recordar que él mismo votó dichas delegaciones de facultades y, lo que es más grave, habilitó su tratamiento sobre tablas, acompañando así al oficialismo en desmedro de los intereses de los vecinos.
En mi opinión, esa ordenanza que cita y cuestiona, pero que votó, es ambigua y oscura y, por lo tanto, ineficaz ya que toda delegación de facultades debe ser expresa, a más de lo insólito e irresponsable de delegar facultades propias a una simple comisión de trabajo legislativo.
Por otro lado, dicha ordenanza no puede ir en contra de una norma jerárquicamente superior como la Carta Orgánica Municipal, Ley Suprema de la ciudad, que en su Artículo 120, de manera clara establece la doble lectura, con Audiencia Pública, y aprobación por mayoría calificada de sus miembros, como en este tema, por lo que la tacha de inconstitucional e insalvablemente nula. La Carta Orgánica Municipal establece este sistema “agravado” de sanción para los asuntos más sensibles a los intereses de los administrados. Además de ello, no se puede aprobar un aumento de este tipo sin contar con la opinión de los vecinos y usuarios, como lo establece la unanimidad de la legislación vigente en todas las esferas de poder. Nada de esto puso de manifiesto Pereyra en las reuniones de la comisión de Transporte que integra, y que debió hacerlo, ni tampoco solicitó que la empresa se manifieste sobre las cuestiones que hacen a la regularidad del ente societario, como la contabilidad en forma, balances, ni las constancias de las asambleas que la ley les impone llevar a cabo.
Como abogado cumplo funciones de asesor del bloque del Frente Cívico y Social identificándome plenamente con sus miembros y mi labor no está condicionada por nada ni por nadie.
En los ámbitos que me tocó estar, traté siempre de actuar con probidad y buena fe. Muestra de ello es que como miembro del Tribunal de Concursos del municipio impugné todos y cada uno de los exámenes irregulares por no tener las garantías mínimas de transparencias tiñendo así de sospechas el proceso concursal, conducta que en su momento no fue acompañada ni denunciada por los miembros de la Democracia Cristiana que integran esa comisión. Como se ve, sobre ciertos temas, Pereyra se muestra muy preocupado públicamente, pero esa preocupación luego no se refleja debidamente en los ámbitos que corresponden. Sería bueno también, que con el mismo nivel comunicacional, diera a conocer la postura cómplice de la fuerza política que integra frente al intento de Schiaretti de vender inmuebles del patrimonio provincial por ejemplo, o su opinión respecto de sus jefes políticos, cuando se sumaron a un Gobierno ilegítimo como funcionarios, luego de decir hasta el hartazgo que si perdía las elecciones se volvía a su estudio y de criticar al gobernador por las traiciones de campaña. Creo que la opinión ambigua del concejal y su partido en temas sensibles a la gente, demuestra que va acomodando el cuerpo según las circunstancias y no tiene empacho en votar algo, y luego criticarlo”.
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