La osteoporosis, que literalmente significa “hueso poroso”, es una enfermedad en la que la densidad y calidad del hueso se encuentran reducidas, debido a que los huesos se vuelven más porosos y frágiles, por cuanto el riesgo de fracturas aumenta.
La osteoporosis se denomina epidemia silenciosa porque no manifiesta síntomas hasta que la pérdida de hueso es tan importante como para que aparezcan fracturas y esto habitualmente ocurre muchos años después de la menopausia. Sin embargo, la osteoporosis puede afectar a cualquier persona, incluidos niños y adolescentes, varones a cualquier edad y mujeres premenopáusicas. Aproximadamente una de cada cuatro mujeres en etapa de menopausia padece osteoporosis. Se estima que esta enfermedad es la causante de unas 25 mil fracturas cada año. Una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres mayores de 50 años sufrirá una fractura osteoporótica en su vida restante.
Las fracturas asociadas con la osteoporosis son más frecuentes en las muñecas, cadera y columna vertebral. Las fracturas de la columna vertebral pueden causar un dolor intenso y eventualmente resultar en una pérdida gradual del movimiento y la incapacidad de realizar las tareas diarias. Las mismas pueden llevar a la pérdida de estatura y en los casos más severos, la columna vertebral se puede curvar formando una joroba dorsal. Las fracturas de cadera casi siempre requieren de una intervención quirúrgica. Alrededor de un tercio de los pacientes pierden su independencia y necesitan cuidados adicionales.
Ingerir la cantidad correcta de calcio es importante para el esqueleto, la contracción muscular, la actividad cardíaca y la coagulación de la sangre. La cantidad concreta varía según la edad, sexo y el riesgo de osteoporosis, pero muchos adultos necesitarán de 1.000 a 1.500 mg al día. Esta ingesta se puede realizar con alimentos naturales ricos en calcio o como suplementos en forma de medicamentos (sales de calcio). En este último caso deberá existir un control de su médico sobre la cantidad y la pauta de administración.
De igual manera, la vitamina D es una sustancia fundamental para el hueso. Sus necesidades diarias se consiguen fundamentalmente por la formación de la misma en la piel cuando recibe el efecto de la irradiación solar.
Actualmente, se encuentran disponibles una gran variedad de tratamientos que pueden reducir el riesgo de fracturas de la columna vertebral en hasta el 65% y de fracturas no vertebrales en hasta el 53%.
Si se diagnostica osteoporosis, además de recomendar cambios en el estilo de vida, los médicos pueden prescribir una terapia con medicamentos. En la actualidad, se encuentra disponible una amplia gama de opciones terapéuticas eficaces que, según se ha demostrado, actúan rápidamente (en el transcurso de un año), mantienen la densidad ósea y reducen el riesgo de fractura. Es importante que la elección del tratamiento se ajuste a las necesidades médicas específicas del paciente y a su estilo de vida.
La nutrición y los factores del estilo de vida, así también como el ejercicio, juegan un papel importante en la prevención y el manejo de la osteoporosis. Los programas de ejercicios personalizados pueden ayudar a mejorar el equilibrio, la fuerza muscular y la agilidad, y así prevenir caídas. Los programas de ejercicios especiales que se encuentren bajo supervisión profesional pueden ayudar en la rehabilitación y el alivio del dolor después de una fractura.
Dra. Agostina Casabona
Médica Especialista en Reumatología
MP 34334 - CE 16626
Fundación para el Progreso de la Neurología (Fupron)