El solista villamariense Pablo Cordero dialogó con EL DIARIO acerca de su participación en el promocionado disco “Raíz”, cuyas voces principales son la argentina Soledad Pastorutti, la mexicana Lila Downs y la española Niña Pastori.
¿Cómo ha sido la convocatoria para participar del disco?
-Fue un proyecto que llevó como seis años de conversaciones. En 2012, mientras hacíamos “La Voz Argentina”, Sole me contó del disco y me dijo que cuando llegase el momento de grabar las voces iba a necesitar de mi “coacheo”, mi acompañamiento e ideas y así fue. Ella se lo planteó a la gente de la compañía (Sony) y me convocaron para las grabaciones de voces en Buenos Aires.
¿Qué aportes puntuales has realizado en el álbum?
-Al principio iban a ser una o dos canciones, una o dos jornadas de trabajo. Terminaron siendo cuatro viajes a Buenos Aires y varias canciones más. Mi trabajo fue entrenar a Sole, acompañarla durante la grabación tomando decisiones artísticas (arreglos vocales, intención, fraseos), lo que se llama producir su grabación de voces en estudio. Luego, con ese trabajo hecho propuse, produje y canté coros para un par de temas también.
¿Tuviste la oportunidad de actuar en la presentación del disco o fuiste asistente como invitado especial?
-Aún no hubo presentación oficial del disco, sino una gira de promoción. Me invitaron a Córdoba donde estuve con ellas. Por fin pudimos conocernos personalmente con Lila y Niña, conversamos mucho, nos sacamos algunas fotos y me regalaron el disco autografiado.
Junto a la Sole has actuado como parte de su troupe en diferentes conciertos. Incluso has invitado a tu hermano Josué en algunas funciones. ¿Cómo ha resultado tal experiencia?
-Con Sole, luego de “La Voz”, seguimos en constante contacto. Nos unen una amistad, respeto y tenemos ideas y conceptos similares a la hora de trabajar. La experiencia siempre es grata, ella es muy generosa, escucha, se deja ayudar y así es simple trabajar con un artista. Trabajamos juntos también en el álbum “Si fueran ellas, tributo a Alejandro Sanz” (donde también participan Marta Sánchez y Thalia, entre otras), en varios de sus shows del verano pasado y en algunos proyectos más de cara al futuro.
Dos discos y una academia de canto
¿Has planeado hacer nuevas presentaciones de tu disco "Vocabulario" o al menos volver al ruedo como solista en vivo?
-Los viajes, producciones, docencia, coaching, sesiones, participaciones en discos ajenos no me dejan tiempo para “Vocabulario”. De igual manera ya estoy pensando en futuros proyectos musicales y eso me muestra qué disco cumplió su ciclo, que ahora es tiempo de algo nuevo.
¿Tenés en el tintero algún nuevo proyecto discográfico en mente?
-Un disco corto (de cinco o seis tracks), con piano y voz grabado en vivo y de distribución gratuita vía Internet pensado para septiembre. Y el sucesor de “Vocabulario”, con canciones que empezaré a grabar en tres meses.
¿Cómo evaluás tu tarea como docente tanto en los talleres privados como en instituciones educativas?
-Empecé a dar clases por necesidad. Luego, cuando me di cuenta cuánto me gustaba la docencia empecé a formarme, a leer más, a estudiar, a escribir sobre el tema. Desde entonces no paro. Entreno artistas profesionales y cantantes amateurs. Doy talleres grupales y clases privadas en Villa María. También viajo mucho por el país a dar clínicas sobre técnica vocal en el canto popular. En breve, luego del receso de julio voy a abrir las puertas de mi academia de canto en nuestra ciudad. Ese será un gran proyecto para mi este año.
¿En qué notás el incremento de interesados en aprender canto?
-Hace nueve años doy clases de canto. Nunca me faltaron alumnos, por el contrario, me falta tiempo para poder cumplir con todos y no dejar a gente en lista de espera. Cantar es terapéutico, es necesario, no es una actividad más. Año a año más gente se suma a la actividad, las audiciones, el boca en boca, la felicidad de quienes practican la actividad hace que el número de aspirantes a tomar clases crezca constantemente.
¿Creés que influye la expansión de los karaokes o los certámenes televisivos al respecto?
-Puede que sí. La gente se identifica con lo que ve en la TV: una monja que canta, etcétera. El mensaje es “si él o ella puede, yo también”. Lo más parecido a un programa de TV que tienen en su ciudad es un karaoke. Van a cantar y pasarla bien con amigos y luego, escuchando críticas o sus propias actuaciones, deciden tomar clases.
J. R. S.