A continuación reproducimos las expresiones del secretario general de la Unión de Trabajadores de los Estados Municipales (UTEM), Jesús Chirino, respecto a la realidad que en el plano laboral presenta la comuna local y otras de la región.
“La problemática del empleo mal registrado no sólo se da en el ámbito privado, también se extiende por varios municipios. El caso de Villa María es paradigmático, dado que se trata del Estado Municipal más grande de la zona y posee una importante cantidad de empleados municipales que no está incluida en la planta de personal permanente.
Desde la UTEM venimos sosteniendo que resulta imprescindible regularizar la situación de los empleados municipales para lo que, entre otras cuestiones, debe iniciarse un proceso para incorporar a planta permanente a todos aquellos compañeros que desde hace años son trabajadores municipales, pero figuran como contratados, facturantes, becarios y otros. La gran cantidad de trabajadores municipales que aún no son incluidos en la planta de empleados permanente, no sólo habla de la postergación de sus derechos, sino también deja en claro que se ha tornado abstracto el ingreso mediante concurso al empleo público. La realidad es que actualmente se ingresa mediante cualquier otro sistema, pero no por concurso.
De última, los concursos han sido mal utilizados para dilatar el ingreso a planta permanente de trabajadores que hace más de una década trabajan en la Municipalidad. Pero, hoy por hoy, no hace falta pasar por concurso alguno para comenzar a trabajar en el municipio, sólo se ingresa y listo. Claro que se queda en una relación laboral que no es la correcta porque el Estado no registra como corresponde a esos empleados.
Por otra parte, se supone que los exámenes que se toman en los concursos tienen como objeto verificar la idoneidad del aspirante para un cargo determinado. Idoneidad totalmente demostrada en los casos de aquellos compañeros que hace años desempeñan sus tareas en el municipio. La capacidad de esos trabajadores ha sido reconocida por el propio Estado al darles continuidad en la relación laboral, aunque no los ha registrado correctamente. Por ejemplo, si se trata de un electricista que hace 10 años trabaja como contratado municipal, es claro que durante todo ese tiempo ha cumplido con su trabajo y los funcionarios lo aceptan como idóneo para ese puesto. Es decir, que hacerlo rendir un examen puede tener otro objetivo, pero no que demuestre su capacidad para realizar las tareas que viene desarrollando desde hace años.
Cuando hablamos de iniciar un proceso para regularizar la situación de los empleados municipales, no sólo lo hacemos para que se les reconozcan los derechos a los compañeros que hace años son empleados municipales (aunque el Estado diga otra cosa), sino también para que luego de incorporados a planta permanente todos los empleados actuales, el ingreso de nuevos trabajadores públicos sea efectivamente mediante concurso”.
