La condena a un represor fue motivo de celebración. Así lo entendió la CTA Villa María que el viernes último se reunió en la sede de ATE para analizar el panorama de derechos humanos tras la condena a Luciano Benjamín Menéndez.
“Fue un triunfo del pueblo, porque si bien el Gobierno derogó las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, se sustentó en una militancia que no dejó nunca de pedir justicia”, afirmó Oscar Mengarelli, dirigente de ATE provincia.
Señaló que el hecho de que Menéndez esté cumpliendo su condena en una cárcel común “es importante para la lucha de los derechos humanos, pero no nos debemos olvidar que estos tipos mataron a aquellos que desde distintas visiones ideológicas, luchaban por un país más justo e inclusivo”, agregó.
Es por eso que entienden que las víctimas de la dictadura “nos dejaron una bandera que nosotros tenemos que seguir haciendo flamear: la de conseguir que no haya un sólo chico con hambre, ni un sólo trabajador desocupado. Eso será la victoria completa de los derechos humanos”, agregó.
No faltó la referencia a los hechos ocurridos en Córdoba durante la sesión legislativa que aprobó el cambio en el sistema jubilatorio. “No me sorprende la represión porque (Juan) Schiaretti encabeza un gobierno legal, pero ilegítimo y las medidas que toma sin igualmente ilegítimas. Más que gobernador, es gerente de los grandes grupos a los que les rebaja los impuestos y después quiere que paguen los jubilados”, concluyó el dirigente.