El evento, considerado el más importante del género en el interior del país, congregaba a más de veinte bandas y solistas en tres días y tres escenarios diferentes. Por esas artimañas del destino, la primera vez que dos grupos de Villa María accedían juntos a actuar en el Cosquín Rock lo debieron hacer el mismo día y a la misma hora.
El domingo pasado, a las 16.40, Motorblues y Pixel comenzaron sus respectivos shows de casi veinte minutos de duración con cinco temas cada uno. El trío blusero, compuesto por César "Titina" Bravín en voz y bajo, Gastón Nigro en guitarra y Darío Vasconi en batería, plantaron bandera nada menos que en el escenario principal, siendo la primera formación villamariense en lograrlo. Por su parte, el conjunto de rock/pop integrado por los guitarristas Andrés Belén y Gerardo Davicino, el bajista César Toderi, el baterista Franco Bottero y el vocalista Pablo Rosa, ganador del Rockórdoba en nuestra ciudad, hizo lo propio en la apertura del escenario temático, que en esa jornada en realidad estaba dedicada al reggae.

Simultáneos y
a la distancia

El quid de la cuestión estaba en la apreciación de ambos recitales simultáneamente, dada la amplia distancia que existe entre un escenario y otro y la disposición del temático, ubicado metros arriba sobre la montaña. Por ello, la presente crónica de los shows se debió realizar "a los trotes". Mientras Motorblues terminaba su prueba de ensayo (retrasada por Los Gardelitos, que probaron innecesariamente los instrumentos tono por tono), y ya largaba con el explosivo "Blues prestado", se escuchaba a lo lejos una voz que decía: "Nosotros somos Pixel de Villa María...", antes de despacharse con "Tribus".
Aunque la sola presencia colmaba las expectativas de ambos grupos, el horario de actuación no terminaría de lograr un real contacto con el público. Primero porque coincidía con la apertura de las puertas (de hecho, amigos y novias de los integrantes de Pixel llegaron en el segundo tema después de correr desde la entrada) y segundo porque un sol providencial alargaba el descanso en los campings cercanos tras un sábado de viento y lluvia.

Aprecios mutuos con Vitico

No obstante, cada cual logró plasmar su set con prolijidad, contundencia y entusiasmo. Vale destacar que ello también se logró gracias a la organización, puntualidad y puesta de escena (sonido, equipos), provistas por la productora.
Motorblues, quien contara con un poco más de audiencia y fans locales más enfervorizados, completó su repertorio con "El fondo de mi copa", "Es su ley" (emocionado, Bravín arengó con "Vamos Villa María y Oliva, Córdoba carajo" pero no aclaró que el tema estaba dedicado a Pappo) y "Como una luz", tocada de yapa y previo al derroche de remeras ante el público. En el promedio, le dedicaron el tema de estreno "Por la 8 yendo a Tigre" a Víctor “Vitico” Bereciartúa (director artístico del primer álbum de la banda), quien observó el recital entre la gente. El aprecio que recibe de los villamarienses, se los devuelve con gestos. El propio ex Riff subió luego a escena con su banda Viticus luciendo la remera de Motorblues. En tanto, su hijo Sebastián (guitarrista) declaró en conferencia que la formación blusera "era una de las mejores de Argentina". Por último, el grupo local fue confirmado para acompañar a Viticus el 16 de mayo en Captain Blue, Córdoba.
Por su parte, Pixel adelantó su primer disco con "Jugado" (dedicado a Malvinas, dijeron desde escena), "Reina", "Pimiento mágico" y "Honor deshonrado" (descartaron el hit "Impulsiva", para coronar un set explosivo). Tras el show, los integrantes repartieron algunas copias del flamante álbum con los músicos y productores que se cruzaban. Recibieron el material Botafogo (o Don Vilanova como se denomina ahora), Vitico, José Palazzo (el organizador del festival), representantes de la UMI (Unión de Músicos Independientes) y Germán Daffunchio de Las Pelotas, quien les deslizó en una suerte de consejo: "Si quieren llegar a ser músicos profesionales, piénsenlo dos veces".
Ya con un viento otoñal soplando en el predio de la comuna San Roque, la penúltima jornada del festival (el viernes cierra Manu Chao), contaría en el tramo final con bandas como Ratones Paranoicos, Fidel Nadal (en el temático), Las Pelotas (con Fernando Ruiz Díaz de Catupecu recordando al “Bocha” Sokol) y Los Piojos. A esa altura, se calculaban unas 24 mil personas.
Texto y fotos: Juan Ramón Seia (enviado)