Escribe: Diego Pellegrini (H)
No había sido una semana más para Alem. La palabra de su capitán Cristian Agosto pidiendo un cambio a pesar del empate agónico ante Universitario, marcaba que el “León” debía modificar rápidamente su libreto si quería tener alguna chance, pensando en el inicio de los cuartos de final.
Y ayer, Alem entregó otra cara ante su gente, derrotando al último campeón Atlético Ticino por 1 a 0, cortando un invicto de 19 partidos.
Es que el equipo de Gabriel Márquez contó con una gran cuota de “corazón”, siguiendo la línea que marca la historia de este club villanovense. Claro que careció de fútbol y eso lo va a tener que corregir de cara a la revancha dentro de seis días en Ticino.
Lo de Atlético fue llamativo, porque nunca pudo romper la telaraña de su rival. Presionado en la primera etapa y con algo más de claridad en la segunda, el conjunto de Germán Vicario tuvo muchos problemas a la hora de crear situaciones de peligro. Así y todo, mereció el empate.
El partido le hizo un gran guiño al local en el inicio. Porque a los 6 minutos, los “Tricolores” se pusieron arriba en el marcador gracias a una pelota parada.
De la misma se hizo cargo Pablo Fernández que, suavemente, de derecha, la metió al punto del penal para que la “peine” José Ledesma y se llene la boca de gol Diego Pedernera, empujándola ante la humanidad de Diego Fantino.
Ese gol le entregó la tranquilidad necesaria al local para empezar a plasmar su libreto ante Atlético.
Con mucho “pressing” a los volantes visitantes, los de Villa Nueva ahogaban constantemente a los creadores del rival y de esa forma el campeón lucía inconexo.
Lucas Morre tomaba a Joel Manzanares, Fabián Martínez lo hacía con Waldemar Carranza, mientras que la dupla Fernández-Pedernera se encargaba de que Juan Bianchi no jugara. Ante este panorama, Emanuel Coria lucía en soledad y con poco espacio para generar.
El partido fue rico desde lo táctico en esa primera etapa, pero con poco juego. Porque Alem defendía la mínima diferencia y Ticino no podía pisar el área de Julio Giraudo.
Sólo un disparo de Carranza a los 37’, que el “Mono” tomó sin problemas, sería la escasa producción del visitante.
A todo esto, Alem estaba en su salsa. Con más actitud que juego, el local ensuciaba constantemente el partido, con la complicidad en varias oportunidades del juez Eduardo Rodríguez.
El complemento sería diferente, ya que el “León” cedió algo de terreno y de esa manera el visitante creció, jugando más cerca del arco de Julio Giraudo.
Es que la intensidad impuesta por Alem en la primera parte era difícil de mantener a lo largo del partido y era de esperar que Atlético creciera, aunque sea desde lo territorial.
La pelota parada empezaba a ser también una vía importante para el ticinense, teniendo en cuenta que había gente grande.
Así llegaría la jugada más discutida de la tarde, a la salida de un tiro de esquina Diego Marín remató, pero en la línea del arco la pelota es rechazada. Toda la gente del visitante pidió penal, aunque el árbitro marcó tiro de esquina.
Luego lo tendría Manzanares en dos oportunidades clara, más una de Lucas Damiani, que terminó rematando por arriba del travesaño.
Fueron los primeros veinte minutos, en donde los de Vicario parecían que se lo llevaban por delante a local, pero con el correr de los minutos el encuentro se fue emparejando, a pesar de la insistencia de Atlético.
Con Ricardo Juárez en cancha, por Morre, Alem ganó en tenencia de pelota, pero no pudo aprovechar ninguna de las contras que tuvo como para ampliar el marcador.
Ticino, que había perdido por lesión a Jonathan Ferreyra en el primer tiempo, se quedó sin Marín en los últimos minutos y el empate finalmente no llegó.
Festejó el local, festejó Alem, sabe que dio un paso muy importante ante uno de los grandes equipos que tiene la Liga, pero todavía falta la segunda parte de la historia y será en Ticino. Por ahora, garra, corazón y Alem.
La figura
Pablo Fernández
Fue la bandera de su Alem, comandando un mediocampo que se manejó a la perfección. En el primer tiempo, presionando a su rival de manera perfecta, pero que cedió algo de terreno en el complemento. El volante además, ejecutó el tiro libre que terminó en el gol de Diego Pedernera.
El árbitro
Eduardo Rodríguez
Tuvo un discreto arbitraje, alternando buenas y malas. El juez nunca demostró seguridad en sus fallos, dejando muchas dudas en varias ocasiones. Un ejemplo de ello, fue la amarilla de Lucas Morre incorrecta, ya que el infractor había sido Agosto. La gente de Ticino protestó por una mano, en la línea del arco, cuando Marín ejecutaba al gol.