Escribe: Pablo Luna Broggi
Alumni e Yrigoyen abrieron su llave con un empate sin goles en cancha de Argentino y todo quedó para definirse dentro de siete días en Tío Pujio.
Los dirigidos por Miranda y Sachetto se ubicaron en el terreno de juego con una similitud táctica que pronosticaba una fuerte disputa de la mitad de cancha. Quien lograra hacerse dueño de este sector, dominaría el partido y quizás el resultado. Sin embargo, no hubo un protagonista claro.
Alumni propuso, tuvo más claridad y precisión en el juego, pero perdió (o se desprendió) rápidamente del balón; mientras que el visitante aguardó la iniciativa de su rival, presionó e intentó contraatacar, pero la defensa fortinera cortaba rápidamente todo intento ofensivo de los tiopujienses.
La pelota voló mucho por el aire mientras los jugadores de ambos equipos estuvieron más atentos a las marcas que a generar jugadas de peligro.
En la primera mitad, sólo hubo tres aproximaciones ofensivas, y todas fueron del local. A los 5 minutos, Nicolás Del Sole encaró a la defensa rival y se la picó a Bachaninni, pero el disparo del atrevido delantero albirrojo se fue rozando el palo izquierdo.
Para la segunda chance hubo que esperar media hora, y llegó a través de un tiro libre ejecutado por Leonel Strumia, que Sebastián Godoy no llegó a conectar con precisión. Cosa que sí logró antes del descanso, cabeceando un buen centro de Ramírez que por escasos centímetros no se convirtió en la apertura del marcador.
El complemento mostró al conjunto villamariense más decidido en lograr la victoria. Incluso pasado los 5 minutos, Federico Depetris anotó de cabeza el 1 a 0, pero fue anulado por Martínez a instancia del juez de línea, que marcó la posición adelantada del delantero local.
Luego, el nivel futbolístico del partido decayó nuevamente, dejando al descubierto las falencias de ambos conjuntos a la hora de generar juego. Eso sí, estaba claro que la obligación la tenía Alumni por ser local. El empate conformaba a los jugadores y al cuerpo técnico del “diablo”, confiados en que vencerán al “fortinero” en condición de local. Los de Miranda también sabían de la importancia de ganar el primer “chico” para ir con más tranquilidad al difícil reducto de Yirigoyen.
Desde el banco villamariense intentaron darle más vertiginosidad y agresividad al ataque con el ingreso de Nicolás Gayoso y Nicolás Ponce. Ambos se complementaron bien con Godoy y Strumia, sin embargo no lograron quebrar la firme defensa “yrigoyenista”.
Las emociones más sobresalientes llegaron sobre el final de los 90 minutos. Primero fue Lucas Sachetto, el que encaró a los centrales rivales y batió la defensa de Oro, pero Kranevitter llegó a tiempo para despejar el balón en la línea, en la única llegada con peligro del conjunto visitante.
Luego, increíblemente en la última jugada, Alumni casi definió el partido a su favor. Una desatención en el visitante, hizo que la última línea quedara mal parada, situación que fue aprovechada por Gayoso que dejó mano a mano a Federico Depetris frente a Bachaninni, pero el arquero rojo le ahogó el grito de gol al 9 local, tapándole un fuerte remate a media altura que algunos ya festejaban.
El visitante se retiró conforme y tranquilo con el empate logrado, mientras que Alumni culminó el encuentro con una mezcla de fastidio, por el arbitraje de Martínez, y preocupación por no haber podido quebrar la resistencia de su rival ni haber generado opciones demasiadas claras de gol. Todo se resolverá la semana que viene, en un duro cotejo entre dos equipos muy parecidos que darán el máximo por alcanzar la semifinal.
La figura
Leonel Strumia
Manejo el mediocampo fortinero. Le imprimió su ritmo al equipo y distribuyó el juego criteriosamente.
El árbitro
José Martínez
Regular. Fiel a su estilo, cortó mucho el juego y tuvo cobros polémicos. Tuvo protagonismo en un encuentro que no lo ameritaba.