Probablemente las clásicas letras chinas o los extravagantes tribales que fueron furor hace años y que hoy pasean por la piel de algunos de los villamarienses fueron tendencia en su momento, pero ya no volverán a ser tatuados, al menos por un buen tiempo.
Es que el paso de los años puede llegar a mutilar la moda, a punto tal que aquello que en su momento parecía una sentencia de la sociedad, hoy sea algo totalmente anticuado.
“Hoy ya nadie te va a venir a pedir eso, hay modas dentro del tatuaje, siempre las hubo, y responden a lo que la sociedad recibe, por ejemplo, lo que se ve en los medios se refleja en la gente, como las tendencias o modelos que imponen personas dentro del mundo del espectáculo como Tinelli o Maradona con sus tatuajes”, explica Guillermo Pirra, uno de los referentes dentro de los tatuadores de la ciudad.
Guillermo tatúa hace más de 10 años, “pero hace más de seis que vivo de esto”, aclara, y comparte su pasión con MagdOmba, su pareja.
Qué la gente se tatúa mucho más es evidente, pero Guillermo lo explica mejor: “Hace 10 años te sentabas a esperar que vinieran los clientes, hoy tenés que ver cómo haces para acomodar los turnos. En verano puede hacer unos nueve por día y en esta época entre 3 ó 4”.
“Actualmente, se está dando una situación en Argentina en la que estamos tatuando a la segunda generación; hoy es más común ver a un padre tatuado que hace 10 años”, comenta con respecto a la transformación que ha tenido la sociedad con respecto a los dibujos en el cuerpo. Esto lo evidencia cuando, por ejemplo, llega a su local un padre acompañando a su hijo para tatuarse.
Que el tatuaje haya dejado de ser tabú o algo reservado para rebeldes y se haya abierto a toda la sociedad, en parte considera que es porque “se han tumbado mitos y eso hizo que la gente le pierda el miedo, como eso de que una persona tatuada no puede donar sangre, porque sí puede”.
La gente hoy acepta los tatuajes y eso ha generado transformaciones. “En un momento el tatuaje sólo formaba parte de un detalle y se lo hacían en un lugar donde una remera lo pudiera tapar, hoy el gusto general ha ido cambiando y se tatúa más en lugares visibles”, explica Guillermo, para quien tatuar es un arte y define la piel como “lienzo vivo”.
Con respecto a los motivos a perpetuarse en la piel, cuenta que “la gente elige y exige cada vez más calidad y diseño”, que la moda llevó a que “vengan a tatuarse en grupos de amigos o parejas”.
“La clave está en hacerse notar -asegura-, en que la diferencia sea amplia, por eso trabajamos desde un punto de vista artístico, empleando distintas técnicas de arte plástico, como ilustración, pintura”, resalta desde Sagrado Tatto, su el local 7 de San Martín 71.
¿Algo puede salir mal al hacerse un tatuaje? “Sí, pero si te instruís y usas materiales de primera calidad, achicás los márgenes de error al mínimo”.
Datos:
*Los menores de 14 años no se pueden tatuar ni con autorización; después de los 14, con autorización de los padres y desde los 18, libremente.
*Se requieren de 15 a 30 días de cuidado con crema humectante luego de tatuarse.
*El costo de un tatuaje parte de unos $250.