Un nuevo delito contra la propiedad se registró en las últimas horas en la ciudad. Además de la sustracción de dinero (moneda extranjera en efectivo), las víctimas sufrieron violencia física y privación ilegítima de la libertad.
Una verdadera pesadilla
El propietario de la Clínica de Especialidades, Guillermo Abramián, su familia y una vecina fueron golpeados y secuestrados durante más de nueve horas en la madrugada de ayer por tres delincuentes.
Los hechos ocurrieron entre las 22.30 del martes y las 8 de ayer en el domicilio particular de la víctima, ubicado en la cuadra del 700 de calle Chacabuco, en barrio Palermo, a pocos metros de la sede del Sport Club.
Abramián se aprestaba para viajar hoy con su padre de 83 años a Europa.
“Era el viaje soñado, porque mi viejo está bien de salud e íbamos a disfrutar los dos solos durante 15 días”, comentó el médico, quien le entregó a los ladrones el dinero en euros que había llevado a su casa con destino al viaje.
El profesional y varios de sus familiares fueron reiteradamente golpeados, al igual que la vecina Inés Zurro.
Por el baño
Los tres asaltantes ingresaron por una abertura del baño y se aparecieron en el living de la casa, donde la familia Abramián se había reunido para despedir al frustrado viajero.
“Cuando los vi encapuchados pensé que era una broma. Se ve que ellos se dieron cuenta que no los tomé en serio, porque ahí nomás mostraron las armas y nos hicieron agachar”, dijo a EL DIARIO en la mañana de ayer Abramián, aún conmocionado por los momentos vividos, a las puertas de su casa ubicada al 751 de Chacabuco.
La banda, además de golpear y exigir dinero, encerró a las nueve personas que se encontraban en la residencia del Palermo, entre ellas las nietas del dueño de casa, en un vestidor durante al menos cuatro horas.
En el interín se cruzaron a la casa de la vecina Inés Zurro y la trajeron a la fuerza a la vivienda de Abramián.
“No me creían que los euros era el único dinero que tenía en la casa y me dijeron que fuéramos a la clínica a buscar más. Les contesté que sería inútil, porque todavía no junté el dinero para pagar los sueldos”, relató el médico.
“La tenían reclara”
Al ser consultado acerca de si los intrusos mostraban signos de conocer en detalle la casa, Abramián respondió: “La tenían reclara, al punto que mi hermana les dijo en un momento que la estaba llamando por teléfono el marido, avisando que venía para mi casa. En lugar de amagar con irse, le ordenaron que le dijera, sin despertar sospechas, que se viniera nomás”.
Este hecho puede revelar al menos dos cosas acerca de los ladrones: que eran profesionales y que habían hecho un minucioso trabajo de inteligencia y que conocían muy bien a la víctima.
El cuñado, sin advertir lo que estaba pasando, llegó a la casa y fue secuestrado al igual que el resto.
Un antecedente
El director de la Especialidades recordó ante nuestro cronista que meses atrás, mientras se hallaba de vacaciones con su familia, le “desvalijaron” la casa, pero que no hizo la denuncia a la Policía.
“Con mi señora dijimos que si bien nos angustió saber que nos habían entrado a la casa, no nos sucedió nada a nosotros, eran cosas materiales nomás y lo dejamos pasar. Pero esta vez fue terrible. Estamos muy mal por todo lo que debimos atravesar”, expresó Abramián, quien al momento de hablar con este medio aún tenía la oreja izquierda ensangrentada.
A su parecer, había un cuarto delincuente en las inmediaciones. En cuanto a los indicios que presentaban los encapuchados, dijo que “uno tenía acento chaqueño y otro parecía porteño”.
Las víctimas estuvieron toda la noche maniatadas y fueron encontradas recién por la mañana, por la empleada doméstica, cuando ésta llegó a trabajar.
El profesional presentó formalmente la denuncia ante las autoridades policiales y ahora los pesquisas intentan dar con los autores del violento atraco.
Fotografías: 1) El jardín de la casa de barrio Palermo, donde fue asaltado el dueño de la clínica
2) Guillermo Abramián, en la puerta de su casa, durante el
diálogo que mantuvo con EL DIARIO
