Escribe Juan Pablo Morre
Alumni, con un plantel más compacto y jerarquizado que en campeonatos anteriores, impuso su condición de candidato y se metió entre los cuatro mejores del campeonato local al superar 5 a 4 en los penales a Yrigoyen, tras volver a empatar en la revancha, esta vez 1 a 1.
En semifinales, en un duelo significativo para ambos clubes como así también para el fútbol doméstico, enfrentará su archirrival Alem, que eliminó al poderoso Atlético Ticino por la otra llave.
Fueron 180 minutos jugados prácticamente con similitudes, más allá de los pormenores y detalles que aparecieron de un partido a otro. Y en los cuales Alumni, que hizo figura al arquero rival y por cantidad de chances contó con los argumentos para definir antes la historia, recién en la lotería de los penales pudo vulnerar a la fortaleza “roja” del juvenil Yrigoyen que, más allá de los modelos, mostró ser un equipo con todas las letras.
El fútbol a veces no entiende de méritos, sino que se rige por la eficacia para elaborar tu idea y la contundencia en el arco rival. En ese sentido, el 1 a 1 resultó un marcador entendible a lo que mostró el partido jugado ayer en Tío Pujio. Es que Alumni no pudo explotar, a excepción del inicio del segundo tiempo, donde allí sí fue netamente superior- la iniciativa que le cedió un Yrigoyen que, sabiendo sus limitaciones, exprimió sus virtudes de elenco compacto y batallador, además de aflorar otros aspectos que tienen que ver con el juego, para desequilibrar emocionalmente (aspecto clave en etapas definitorias) al “Fortinero”.
En ese sentido, en el primer período Alumni estuvo acelerado y errático. El factor sorpresa que apostó Sachetto ubicando a Mayco Rodríguez en la zona media generó que la posesión del balón y distribución del campo en la primera media hora fuera nivelado. Además, la presión constante del local en zona de gestación predominó ante los intentos sin profundidad del rival que, sin poder sincronizar juego con sus principales administradores, como son Godoy y Strumia, apeló a saltear líneas, lo que no le trajo buenos dividendos para desestabilizar al fondo del anfitrión.
Por lo que, dentro un trámite sin chances nítidas e intranscendente, recién a los 35 minutos llegó la primera opción nítida del partido y fue para el local producto de una falla importante de Kranevitter en la salida. El defensor le “cedió” la pelota a Lucas Sachetto quien, dentro del área, sacó un fuerte remate que encontró la notable respuesta de Juan Cruz López (remplazó a Oro a último momento y resultó determinante en la serie).
Como respuesta la visita logró sincronizó una muy buena acción colectiva de arco a arco y estuvo a centímetros de marcar, aunque Patricio Peñaloza, tras anticipar su marca, definió apenas elevado del travesaño después del centro rasante de Gayoso.
Dicha chance, igualmente, resultó un anticipó de lo que se vendría. Es que Alumni, en el arranque del complemento, fue una tromba prácticamente imparable para Yrigoyen, a excepción de Jacobo Bachanini, que se erigió en la figura con sus notables como repetidas intervenciones en ese primer cuarto de hora del segundo tiempo.
A través de la serenidad con la pelota y determinación para atacar, Alumni fue otro en ese lapso. Godoy y Strumia tomaron el control del partido, Ramírez y Peñaloza profundizaron por la bandas y entonces la visita desbordó en todo sentido al local, generando chances muy claras.
A los dos minutos, Bachanini le ahogó el grito de gol a Ramírez tras acción de “Seba”, luego el propio Ramírez envió un centro que no encontró a ningún compañero y, a los cinco minutos, “Fede” Depetris ganó en las alturas tras un tiro de esquina, pero otra vez el arquero local se quedó con la pelota.
Al furioso arranque del complemento y en lo que fue el mejor momento en la serie del equipo de Miranda sólo le faltó contundencia y cierta pizca de fortuna, como sucedió a los ocho minutos, cuando el cabezazo de Facundo Depetris impactó en el palo.
La tremenda supremacía “fortinera” sólo mermó pasados los diez minutos cuando llegó la expulsión al entrenador Sachetto quien, quejándose con el referí, le quitó el vértigo que imponía Alumni. Desde allí, el local recompuso sus filas, equilibró el trámite ganando algunas acciones divididas y, para más, abrió el marcador.
Otra vez Alumni cometió fallas notables defensivas y, para colmo, todas en una misma acción. Por lo tanto, después de que López le ahogara otra vez el grito Sachetto apareció Andrés Ferrero y anotó el 1 a 0 con remate cruzado.
Semejante alegría quedó deslucida segundos después, cuando Kevin Godoy cometió dos faltas seguidas sobre Ramírez en un momento clave del partido. La roja le quitó otro delantero en las réplicas al local por rearmarse obligadamente en defensa. Y como respuesta, Alumni encontró el empate rápidamente: a los 25 minutos llegó otro desborde por izquierda, esta vez del ingresado Federico Segura, quien envió el centro atrás, pero Gayoso pifió la pelota en su definición y Sebastián Godoy, con todo su empuje, se encargó de corregir y puntear la pelota y batir al seguro Bachanini.
Después de ello, más allá del gol anulado a Federico Depetris por offside de Nicolás Ponce y otra chance desperdiciada de Sachetto (definió débil por encima de López), tras una gran corrida del exhausto Ferrero, el partido no modificó su marcador porque Yrigoyen sostuvo correctamente el empate con diez ante un Alumni que, más allá de su propuesta ofensiva y su búsqueda incesante, no logró generarle grietas, mucho más en los últimos minutos, cuando el rigor físico del partido pasó factura.
Por lo tanto, hubo que ir a los penales y Alumni, que convirtió todos sus disparos y contó con un penal atajado del “Melli” López, logró la ansiada clasificación y lo festejó con total alegría mientras en el otro costado se visualizó el dolor de los pibes del local que, acompañado por los aplausos de su público, se retiró con la frente en alto por su destacado papel en el torneo.
La figura
Jacobo Bachanini
El arquero sólo fue vencido en los penales. En el partido sostuvo a su equipo con excelentes intervenciones, principalmente en el inicio del complemento, donde tuvo un par de tapadas notables y hasta casi ahoga el gol “fortinero”. En el “Fortinero”, López, además de su intervención en los penales, fue importante tapándole chances claras a Sachetto.
El árbitro
Carlos Guzmán
En el arranque del partido se “comió” un penal claro a Gayoso. Luego, más allá de fallas normales por la rigidez del juego, elaboró una buena tarea; correcto en la roja a Kevin Godoy. Sus asistentes mostraron seguridad, más allá de la queja sobre el gol anulado a “Fede” Depetris (Ponce pareció estar adelantado).