Con el comparendo de tres nuevos testigos, continuó ayer el juicio que se le sigue a Eugenio Guillermo Torres (43), quien está acusado de haber abusado sexualmente de una menor de su entorno familiar cuando la supuesta víctima tenía menos de 2 años.
En una nueva audiencia de debate realizada a puertas cerradas en la Cámara del Crimen de Villa María, la jueza Silvia Saslavsky de Camandone escuchó los testimonios de las psicólogas Andrea Argarate y Adriana Ruiz, y del médico psiquiatra Martín Agüero, quien fue director del Hospital Regional Pasteur.
Pese al hermetismo con que se desarrolla esta causa, precisamente por tratarse de hechos de instancia privada, pudo saberse que Argarate declaró en relación a su intervención profesional por haber asistido a la menor presuntamente abusada, mientras que Ruiz lo hizo en su condición de actual psicóloga de la niña, quien tiene 11 años, pero que al momento de los hechos denunciados tenía entre 18 y 24 meses.
Asimismo, y por acuerdo de las partes, se decidió incorporar por su lectura el testimonio oportunamente prestado en Instrucción por la psicóloga cordobesa Estela María Bett, quien estaba citada para la audiencia de la víspera, pero no se presentó.
Para hoy, en tanto, está previsto que declaren dos medio hermanos de la niña, también hijos de la denunciante, pero de una relación anterior. Se trata de un muchacho de 22 años y una chica de 20, quienes comparecerán a partir de las 11.30.
Además de la camarista Saslavsky de Camandone, intervienen en este intrincado proceso judicial el fiscal Horacio Vázquez y los abogados Antonio Alarcos (representa a la madre de la niña, quien se constituyó en la causa como querellante particular) y Marcelo Martín Silvano (a cargo de la Defensa), mientras que la secretaria es Gabriela Sanz.
Como el próximo jueves se iniciará en la Cámara del Crimen un juicio oral y público por un homicidio cometido en la ciudad de Oliva hace poco más de un año y medio, es muy probable que el proceso que se le sigue a Torres se suspenda hasta que concluya aquella causa.
Se trata del asesinato a puñaladas de María Elisa Inamorato (27), perpetrado el 24 de noviembre de 2012, hecho por el cual está imputado Javier Ramón Chiosso (25), un joven oriundo de James Craik que había tenido una relación sentimental con la víctima.
La imputación
Eugenio Torres, un trabajador gastronómico que se gana la vida en un comedor de la localidad de Colazo, está imputado como presunto autor de “abuso sexual con acceso carnal calificado” (un grave delito que es castigado con prisión de ocho a 20 años) y “abuso sexual agravado reiterado”, por hechos que habrían ocurrido entre mayo y diciembre de 2004.
Pese a que el más grave de los delitos que le atribuyen no es excarcelable, Torres permanece en libertad porque el exfiscal de Instrucción y actual vocal de Cámara, Félix Martínez, sostuvo que no había “peligrosidad procesal” como para que el acusado se fugara o entorpeciera la investigación de la causa.
El acusado estuvo detenido alrededor de cuatro meses a poco de ser denunciado por la madre de la menor. Lo curioso del caso es que Torres obtuvo la libertad pese a tener una condena anterior a los hechos que se le atribuyen, por un caso de violencia familiar (en contra de su exesposa), ocasión en la que le impusieron nueve meses de prisión en suspenso por “lesiones leves”.