Los trabajadores nucleados en el Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA) volvieron a manifestarse en el acceso a la planta de la ex-DPA, sobre la ruta provincial 2, en Villa Nueva, tal como lo habían adelantado en la protesta del viernes, reclamando un incremento salarial en la mesa paritaria.
Los empleados de la alimentación exigen un 40% de aumento para que su sueldo básico alcance los 9.200 pesos. La oferta de las patronales apenas fue de un 32%, en la audiencia celebrada el pasado jueves.
En ese momento se plantearon las medidas de protesta llevadas a cabo el viernes y ayer, duplicando el cese de actividades durante cuatro horas por turno. Los trabajadores venían de un plan de lucha que constó de paros de dos horas por jornada laboral y derivó en que el Ministerio de Trabajo de la Nación dictara dos conciliaciones obligatorias por 15 y 5 días, sin resultados positivos.
“Alguien tiene que ceder”
La ruidosa protesta de los trabajadores bloqueando nuevamente el acceso a la planta propiedad de la multinacional Nestlé, apunta a la firma que tiene gran injerencia en la negociación paritaria, según explicó el secretario general del STIA local, Fernando Páez.
Para las 15, las autoridades ministeriales de Trabajo y el empresariado fijaron una nueva audiencia. De no llegar a un acuerdo, se producirá otro cónclave de dirigentes gremiales en la sede sindical de la ciudad de Buenos Aires, encabezada por el titular del STIA, Luis Bernabé Morán, para definir la metodología con la cual se podrían profundizar las medidas y no descartan, para hoy, un paro definitivo.
De todas maneras, Páez se mostró cauto y optimista porque "son pocos puntos los que separan lo que queremos de lo que ofrecen las empresas (de 32% a 40%); tendrán que sentarse y ceder para que volvamos a trabajar".
Se quejó porque "no es que nosotros queremos estar acá, nosotros lo que queremos es volver a trabajar, pero con un salario más digno", dijo en referencia a que el básico actual se ubica en los 6.200 pesos y la oferta de las patronales lo llevaría a unos 8.000 pesos.
Paralizada
La paralización total de la planta ubicada sobre ruta 2, según explicaron, no acarrearía que se deseche o inutilice materia prima, ya que la usina láctea está dedicada a la elaboración de leche en polvo y similares. Además, la leche es derivada a otras firmas cercanas para su enfriamiento y conservación o procesamiento, indicaron fuentes de la empresa. En ese sentido, comentaron que son acciones que se realizan con bastante normalidad entre empresas de este rubro.