El proceso oral y privado que se le sigue a Eugenio Guillermo Torres (43), acusado de haber abusado sexualmente de una criatura de su entorno familiar, tendrá hoy la última jornada de recepción de pruebas y luego se dispondrá un cuarto intermedio hasta el próximo lunes, jornada prevista para los alegatos y el dictado de la sentencia.
Ayer, en tanto, se receptaron dos nuevos testimonios y luego se realizó un careo entre la madre de la presunta víctima con una psicóloga que asistió profesionalmente tanto a la niña como a otros dos hijos de la mujer que denunció a Torres.
La quinta audiencia de debate comenzó una hora más tarde de lo programado y concluyó cerca de las 15, oportunidad en la que la camarista Silvia Saslavsky de Camandone, el fiscal Horacio Vázquez y los abogados Antonio Alarcos (representante de la Querella) y Marcelo Martín Silvano (defensor), acordaron reunirse hoy a las 9 para ver el video de la Cámara Gesell que se le realizó a la niña cuando tenía 4 años (actualmente tiene 11), de una hora de duración.
La medida se llevará a cabo en el quito piso de los Tribunales locales, pero no en la sala de audiencias de la Cámara del Crimen, sino en el recinto donde está ubicada una habitación especialmente acondicionada para la realización de este tipo de prácticas periciales (ver “Qué es y cómo funciona la Cámara Gesell”).
Cuando concluya la observación del video se dispondrá un cuarto intermedio hasta el lunes a las 8.30 en la que será, en principio, la audiencia final de este intrincado proceso judicial.
Si no se produce algún incidente jurídico que dilate la definición de este juicio, formularán sus alegatos la Fiscalía, la Querella y la Defensa, y posteriormente la jueza Saslavsky arribará a un veredicto.
Ultimos testigos
La audiencia de la víspera se inició a las 12.30 con el comparendo de otros dos hijos de la denunciante (producto de una relación anterior), y por ende medio hermanos de la nena que habría sido abusada.
Se trata de un muchacho de 22 años y de una chica de 19, cuyas identidades se mantendrán en reserva para no exponer públicamente a la presunta víctima.
Tras el comparendo de ambos jóvenes, se dispuso un careo entre la madre de la menor y la psicóloga local Andrea Argarate, quien ya había prestado declaración testimonial el pasado lunes.
Cabe añadir que Argarate atendió a los tres hijos de la denunciante y fue en relación a su intervención profesional que se dispuso el careo con aquella.
En privado
Como las audiencias se realizan a puertas cerradas por tratarse de hechos de instancia privada, no se permite el acceso del público ni de los medios de prensa al recinto y, por tal motivo, no se pueden difundir detalles de lo que allí se produce.
Cabe recordar que Eugenio Torres, un gastronómico que trabaja en un comedor de la localidad de Colazo, está imputado como presunto autor de “abuso sexual con acceso carnal calificado” y “abuso sexual agravado reiterado”, por hechos que habrían ocurrido entre mayo y diciembre de 2004, cuando la niña en cuestión tenía entre 18 y 24 meses de edad.
Pese a que el más grave de los delitos que le atribuyen no es excarcelable (tiene una pena de ocho a 20 años de prisión), Torres permanece en libertad porque el fiscal que instruyó la causa, Félix Martínez (actual vocal de la Cámara del Crimen), sostuvo que no había “peligrosidad procesal” como para que el acusado se fugara o entorpeciera la investigación.
Qué es y cómo funciona la Cámara Gesell
La Cámara Gesell fue creada por el psicólogo estadounidense Arnold Gesell (1880-1961), quien se dedicó a estudiar las etapas del desarrollo de los niños.
Básicamente, consiste en dos habitaciones con una pared divisoria; en esa pared hay un vidrio de gran tamaño que permite ver desde una de las habitaciones lo que ocurre en la otra, pero no al revés. Asimismo, posee un equipo de audio, un circuito cerrado de televisión e intercomunicación, para grabar y filmar la prueba que surja durante la conversación.
Gesell la creó para observar las conductas de los chicos, sin que éstos se sintieran presionados por la mirada de un observador.
En los casos de abuso de menores, esta Cámara tiene una doble función: por una parte, tiende a reducir el daño que sufre el menor por el recuerdo traumático del abuso, ya que se realiza una sola entrevista que sirve como prueba para el resto del proceso; por otro lado, garantiza el derecho a defensa del acusado, ya que sus peritos de parte, sus abogados o incluso el mismo procesado (dependiendo del juez o la legislación de cada país) pueden estar presentes mientras se interroga a los niños.
En definitiva, la Cámara Gesell es un ámbito especialmente acondicionado para que las víctimas de delitos sexuales -principalmente los menores- puedan relatar, sin temores ni condicionamientos, los hechos que padecieron, evitándose así su revictimización al momento de llevarse a cabo el proceso oral en una sala de audiencias.