“Estamos hablando con 10 empresas por día”, señaló Osmar Carreras, secretario General de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) Villa María, para referirse a la situación que atraviesa el sector. “Hay cinco empresas que pidieron el procedimiento preventivo de crisis -que permite acordar suspensiones y disminución de horas- y homologaron dos de esos pedidos en la secretaría de Trabajo”, indicó. Se trata de Nosso (ver recuadro) y Cormetal. En el primer caso los empleados trabajan tres días a la semana y cobran el 62% de las horas caídas. En el segundo, trabajan media jornada con pago del 75% de las horas caídas. Ambos terminan a fin de mes. Cormetal se normalizaría y Nosso podría pedir una extensión de plazo.
En total, son 130 los trabajadores afectados en esas empresas.
“De todos modos y pese a los problemas que hay en el sector, creo que le estamos ganado tres meses a la crisis, tratando de que los efectos negativos sean los menos posibles”, dijo.
“Lamentablemente, en diciembre se nos cayeron tres empresas que tenían unos 20 empleados en total. Son las mismas Marcheloni, Gribaudo y Nuevo Remolque Trailler, que ya venían mal y la crisis las terminó”, agregó.
En total, la UOM Villa María tiene 1.100 afiliados en una jurisdicción limitada por Ballesteros, Pozo del Molle, Oliva, Etruria y Las Perdices.
Moderado optimismo
Como la única cara positiva de la situación, Carreras señaló que tiene firmado los acuerdos con 15 empresas que “se comprometieron a no despedir ni suspender hasta fin de año”. “Claro que tienen algún beneficio impositivo, pero da cierta tranquilidad por la seguridad laboral de los trabajadores”, agregó “Cuando se levante la cosecha, aunque sea poca y menos redituable, habrá un movimiento de maquinaria que, espero, le dé un poco de aire al sector metalúrgico”. También deseó por el bien de la reactivación del sector que el encuentro entre el campo y el Gobierno “dé paso a un diálogo productivo, para que, aunque más no sea, empiece a cambiar el ánimo de la gente”, concluyó.
Hubo cinco despidos en Nosso y seis en Oliva
Finalmente, la empresa que accedió al proceso preventivo de crisis resolvió despedir a cinco empleados. Se trata de cesantías sin causa y con la promesa del 100% de la indemnización, es decir, sin solicitar ningún amparo en la situación crítica de la empresa. Por otra parte, la empresa Lancioni, de Oliva, despidió a seis personas.
A algunas le ofrecieron seguir trabajando como monotributista.
Más allá de los contextos, son 11 familias que perdieron su fuente principal de ingreso.
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