El último informe del Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (Cippes) da cuenta que en el primer cuatrimestre de 2014 las jubilaciones nacionales, aun con los últimos aumentos, perdieron, por la inflación, un 10% del poder adquisitivo en relación al mismo período del año anterior.
La referente del sector de los pasivos, María Ranciglio, señaló que a su criterio “es mucho más la pérdida” y asegura que desde el Centro de Jubilados Villa del Parque, de Villa Nueva, pueden ver las necesidades de los abuelos. “Le digo que, directamente, pasan hambre. Nosotros tenemos el comedor, al que vienen 64 jubilados. Cuando uno falta, tenemos que llevar la comida porque sabemos que no se puede trasladar por el frío. El año pasado teníamos 50 en el comedor y cada vez hay más demanda”, puntualizó.
Los jubilados provinciales que cobran la mínima tampoco gozan de demasiados beneficios.
Según el último informe de la Caja de Jubilaciones de la Provincia, el haber promedio de los pasivos provinciales es de 10 mil pesos y el sector que menos cobra es el de los jubilados del interior, con algo más de 6.000 pesos.
Camilo Rodríguez, jubilado municipal, señaló que hay un dato que omite el informe: “Un 22% de los jubilados municipales cobra la mínima, que está en 2.300 pesos”, informó. Ese haber sólo puede aumentarse cuando el gobernador “lo cree necesario”, explicó Rodríguez.
“Hace dos años que lo subieron de 1.500 a 2.500, que, con los descuentos, quedan 2.300. Según me informó hoy -por ayer- el presidente de la Caja, está a la firma de (José Manuel) De la Sota un incremento de la mínima”, dijo.
Con todo, tanto los provinciales como los nacionales siguen padeciendo el mismo problema, tal como coincidieron en señalar tanto Ranciglio como Rodríguez: “Los que menos cobran pasan hambre”.