Sara Chaisi, de Avisdown, señaló ayer que la escuela especial “es segregadora” y consideró que “tiende a desaparecer”, aclarando que obviamente sí perdurará la educación especial.
Lo dijo en un alto del “Primer encuentro de mamás y papás especiales”, que se desarrolló desde la mañana en una sala del Instituto Secundario Bernardino Rivadavia.
Fue impulsado desde la Fundación Joaquín Chanquía y sus amigos y tuvo el apoyo del Consejo Asesor de Discapacidad de la Municipalidad de Villa María.
Chaisi asesoró a progenitores sobre educación inclusiva, habló de lineamientos de la Convención, de lo que se tiene que empezar a aplicar en la sociedad y de lo que está haciendo el Gobierno de la provincia en la materia.
“Vengo a decirles que pidan un lugar en la escuela común”, resaltó la referente de Avisdown.
Entrevistada por EL DIARIO, advirtió que “es muy difícil” que las escuelas les abran las puertas a niños, niñas y adolescentes que presentan alguna discapacidad. “Por ley y por decreto todos lo tenemos clarísimo, pero en la práctica es muy difícil esa apertura”, admitió. Dijo que lo que sucedió recientemente con el pequeño Joaquín Chanquía sirvió para instalar el tema y que los establecimientos educativos comiencen a abrirse. “La presencia de los medios de comunicación en este caso fue un disparador y se vieron obligados a aceptar al niño, pero habitualmente no es así”, aclaró.
Resaltó que “generalmente los chicos no van solos a los colegios, van con un equipo, tienen acompañante y maestra integradora, pero para la escuela es un cambio muy grande, por eso se resisten. Te dicen que no están preparados. Tampoco nuestros chicos pueden esperar que ellos se preparen, porque son niños, porque van evolucionando y no pueden quedar fuera del esquema formal. La escuela es obligatoria”.
“La Convención exige que vayan a una escuela común. La especial como escuela tiende a desaparecer, lo que no va a desaparecer es la educación especial. Nosotros siempre necesitaremos una educadora especializada en educación especial, pero lo ideal es que se imparta dentro de la escuela común”, manifestó la entrevistada, quien subrayó que “lo que va a tender a desaparecer es la escuela especial como segregadora”.
Por su parte, Marisa Carrillo, mamá de Joaquín e impulsora de la actividad de ayer, coincidió que tras la repercusión que tuvo la búsqueda de una escuela común para su nene muchos padres le contaron sobre los mismos inconvenientes.
“Hay un derecho que nos ampara y que dice que tienen que estar incluidos. La presidenta de la Nación siempre dice que la educación es inclusión y precisamente es lo que necesitamos destacar”, manifestó en su charla con este matutino.
Joaquín está siendo evaluado por la Escuela Especial 20, ya que para poder ingresar al Centro Educativo José Ingenieros debe existir un análisis previo de una entidad pública, según apuntó Marisa.
“Como tiene 6 años tiene que estar en primer grado, pero los institutos y terapeutas consideran que debe ir a jardín. Pienso que estaría entrando después de las vacaciones de julio a un jardín común. Tenemos muchas expectativas”, precisó.