El siniestro ocurrido en el depósito de Barracas, en la ciudad de Buenos Aires a principios de este año, que cobró la vida de seis bomberos y tres rescatistas de Defensa Civil, no fue el único para la multinacional Iron Mountain. También se destruyeron por el fuego los depósitos en Aprilia, Italia, en 2011; los de Londres, Gran Bretaña, y de Ottawa, Canadá, en 2006; y en 1997, el de Nueva Jersey, en Estados Unidos.
El magnate norteamericano Paul Singer, titular del “fondo buitre” neoyorkino Elliot Found, es uno de los accionistas de Iron Mountain desde 2011, cuando invirtió 262 millones de dólares para controlar el 5% de las acciones de la multinacional, que había desembarcado en el país en 2000 momento en que, paradójicamente, la empresa estableció la división denominada Destrucción de Documentos.
La llegada de Singer estableció para la multinacional los aceitados contactos con el Gobierno porteño y con algunos de sus funcionarios, como también la ONG Voces Vitales Argentinas, comandada por la diputada nacional del PRO Laura Alonso, que recibió 100 mil dólares donados por el mismo Singer, también reconocido en su país por el apoyo económico que brinda a los congresistas republicanos y a las entidades que ellos conducen.
Ingeniero en Seguridad Ambiental, licenciado en Higiene y Seguridad del Trabajo, Edgardo Castro, inspector de la Subsecretaría de Trabajo porteña clausuró en 2008 el edificio de Iron Mountain, por lo que fue trasladado a otra dependencia sin mayores explicaciones, al tiempo que el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, autorizó el funcionamiento de la multinacional.
Ahora Castro advirtió, en referencia a los depósitos que aún quedan en Parque Patricios, La Boca, Villa Lugano y Barracas, que “Barracas es un polvorín” donde, si no se toman medidas, “estas cosas van a seguir pasando, es cuestión de tiempo”.
Iron Mountain “administra miles de millones de registros para empresas de todo el mundo, incluyendo información comercial, archivos electrónicos, datos médicos, correos electrónicos, principalmente”, detalla en su portal.
Según un informe de la Comisión Nacional de Valores, las empresas que mayor cantidad de material tenían en el depósito incendiado de Iron Mountain son el Banco Patagonia, que guardaba 65.705 cajas de documentación y el HSBC, que tenía 46.528 cajas.
Estos archivos de envergadura no se comparan con los demás clientes, entre los que se encontraban Alto Palermo, Molinos Río de la Plata, Edesur-Edenor, Telecom y la Constructora Caputo.
Paul Singer es el mismo que ahora logró contradecir los reclamos de la mayoría de los países y del propio presidente Barack Obama, cuando consiguió el apoyo de los jueces y hasta de la Corte Suprema de Justicia, de Estados Unidos, para quebrar a la Argentina y sentar precedentes legales que impidan, a los países endeudados, a renegociar con sus acreedores.
(*) Colabora con las revistas "Caras y Caretas" y "Acción". Es miembro de la Comisión Directiva de COMUNA. Escribió este artículo en "Acceso Global" y autorizó su publicación en EL DIARIO del centro del país
