Universitario se sacó la grande en la soleada tarde cabralense. El equipo de Joselito Bernadó superó tres a cero a Rivadavia y espera ahora con mucha tranquilidad el choque de vuelta del próximo fin de semana.
La victoria de la visita fue incuestionable, porque planteó un sistema táctico que cortó todos los circuitos del "Verde" y pegó en los momentos propicios, aprovechando al máximo las situaciones de gol que tuvo. Además, contó con un inspirado Martín Truglio que allanó el camino con dos golazos.
Empezó entretenido el partido, porque a los dos minutos toda la "U" reclamó penal ante una mano de Samuel Garis que existió, pero que el árbitro consideró casual.
Como respuesta, a los 6’, el "Pollo" Garis eludió al arquero, pero se abrió demasiado y Elhall terminó salvando en la línea, mientras que en la otra área, Berardo fue exigido por Bernardo Chocobares.
Sin embargo, allí se acabaron las ideas. Ninguno arriesgó demasiado y todo se hizo muy pensado, con mucho tránsito por el mediocampo, donde se luchaba tanto que no se dejaba lugar a alguna jugada hilvanada.
Rivadavia lució muy errático en su línea media, lo que impidió que se abasteciera correctamente a sus delanteros. Universitario, en tanto, dejó correr los minutos y esperaba la chance de meter algún contragolpe eficaz.
Recién a los 43’ el local volvió a estar cerca, con un tiro libre de Rodríguez que nadie atinó a tocar y terminó en las manos del seguro Federico Pedernera.
Para el segundo tiempo, Marcelo Santoni decidió jugar con tres defensores y metió a Castro por Rodríguez. Era una apuesta fuerte que mostraba la ambición del técnico local de ir por más. En la primera que tocó, el pibe Castro obligó a una buena intervención de Pedernera con un tiro de larga distancia.
Sin embargo, a los 7’ se destrabó el partido, cuando en el área local Carlos Jacobi pateó, la pelota se desvió en Samuel Garis y terminó en la red. Fue un golpe que dejó mareado a Rivadavia hasta el final del cotejo.
Para mejorar, a los 15’, un error de Franco Santoni devino en Liendo habilitando a Truglio, quien sacó un misil que dejó sin chances a Berardo. La diferencia era exagerada, pero era justa la victoria visitante.
Lo único que generó el local en ofensiva llegó a los 23’, con un centro que Samuel Garis peinó y nadie pudo empujar. Demasiado poco como para pensar en el empate.
Un minuto después, Truglio le dio rosca a un tiro libre y la clavó en el palo izquierdo de Berardo para poner cifras definitivas de 3 a 0. El partido ya estaba cerrado hacía rato.
Un Rivadavia totalmente caído anímicamente deambuló por la cancha y ni siquiera reaccionó con la expulsión de Leandro Grosso a los 29’.
De hecho, Universitario estuvo más cerca del cuarto, cuando un tiro libre de Elhall de larga distancia casi se mete en el arco local.
El marcador final reflejó la diferencia entre un equipo que no sólo planteó, sino que ejecutó muy bien una estrategia adecuada y uno que fue víctima de una tarde muy desafortunada, en donde no le salió nada y en ningún momento pudo desarrollar lo que pretendía su entrenador.
Quedan 90 minutos para que la "U" ratifique todo lo bueno que hizo en Arroyo Cabral o para que Rivadavia pueda revertir la historia.
La figura
Martín Truglio. Por los goles y la claridad de su juego, el mediocampista se erigió en lo más destacado del partido. Un misil de derecha y un tiro libre muy bien ejecutado sirvieron para liquidar un duelo ante Rivadavia que aparecía como muy complicado.
El árbitro
Franco Rodríguez. Floja labor la de Franco Rodríguez, con muchos fallos que dejaron dudas y un mal manejo de las amonestaciones. Además hubo varias jugadas polémicas que fueron muy protestadas por ambos equipos.