La resonancia magnética es un método ampliamente utilizado para la obtención de imágenes de cualquier región del organismo.
Un campo magnético y pulsos de radiofrecuencia (ondas de radio) interactúan con los protones de hidrógeno de los tejidos (el hidrógeno se encuentra en grandes concentraciones en nuestro cuerpo), generando señales que son procesadas por potentes computadoras y transformadas en imágenes.
A los resonadores (así es como se conoce a los equipos de resonancia magnética) se los clasifica según la intensidad de campo magnético que puedan generar.
Existen equipos de alto, medio y bajo campo, y esto influye directamente en la calidad de la imagen generada y por supuesto en la posibilidad de detectar lesiones de pequeño tamaño.
Esta información es importante conocerla al momento de realizarnos una resonancia magnética ya que no todos los equipos tienen las mismas características y aplicaciones.
Los avances tecnológicos y el aumento en la intensidad del campo magnético de un resonador, han permitido acortar el tiempo de estudio considerablemente y mejorar notablemente la resolución de las imágenes.
Una resonancia de cerebro o columna requiere un tiempo que oscila entre 45 minutos y una hora, aproximadamente. Actualmente con estos nuevos equipos es posible hacerlo en 15 minutos o menos.
Sin embargo ésta no es la única ventaja de estos potentes imanes: la gama de estudios se amplía y es posible no solamente obtener imágenes, sino también obtener información del comportamiento molecular y funcional de algunas regiones como el cerebro.
El diagnóstico temprano de un accidente cerebro vascular (ACV) permite a los médicos actuar con precisión y rapidez, y así poder revertir una situación que de otra manera sería irreversible.
s Alto campo es sinónimo de alta gama
Como mencionáramos anteriormente los resonadores de alto campo permiten realizar estudios específicos como la técnica de difusión, tractografía, espectroscopía y estudios funcionales del sistema nervioso central (SNC).
Estas técnicas adicionales a los estudios realizados de rutina, permiten por ejemplo diagnosticar un ACV isquémico en la primera hora de acontecido mientras que una tomografía computada puede detectar cambios recién 12 a 24 horas posteriores al evento.
Las secuencias de corte (así se denomina a la adquisición de las imágenes) se reducen considerablemente debido a las nuevas tecnologías y a la configuración avanzada de los programas.
Pero esto es sólo una pequeña parte de lo que pueden hacer estos equipos de alto campo.
Es posible realizar el estudio de la columna completa en el mismo tiempo en que otros equipos realizan un solo tramo.
El estudio de cuerpo entero ("total body") se puede realizar en aproximadamente 40 minutos. Esta es una aplicación muy nueva que permite detectar lesiones diseminadas (metástasis) por el cuerpo, como es el caso de los pacientes con cáncer, sin la inyección de sustancias de contraste.
El estudio de la vía biliar (colangioresonancia) se puede realizar, gracias a técnicas ultrarrápidas, en pocos minutos con la ayuda de navegadores inalámbricos que sincronizan la respiración del paciente para evitar defectos en la imagen.
También se pueden obtener series de hasta 100 imágenes en inspiración contenida, en cuestión de segundos. Repitiendo esta secuencia se va conformando una secuencia dinámica de imágenes. Esto es importante al momento de distinguir entre una lesión benigna y una maligna.
La resonancia de las arterias (angioresonancia) por sector, o del cuerpo entero es posible realizarla con las técnicas antes mencionadas.
Estos equipos son provistos por los fabricantes con una estación de trabajo conocida como "workstation" (que es una computadora adicional con un software especial para el posproceso de las imágenes). Se pueden sustraer los tejidos y mostrar solamente las venas y arterias o cualquier otro tejido que fuera necesario resaltar.
Las técnicas de difusión permiten conocer con precisión lesiones pequeñas y de reciente comienzo, como sucede en los ACV isquémicos.
En pacientes con enfermedad isquémica múltiple es posible determinar el tiempo de evolución de las lesiones y discriminar entre agudas y crónicas.
La tractografía ("fiber tracking") es una técnica de elite para el estudio de las fibras nerviosas del SNC. Los pacientes que sufren lesiones que afectan el cerebro o la médula espinal son estudiados con esta técnica que proporciona imágenes en 3D.
Los mapas de difusión y los volúmenes 3D permiten a los neurocirujanos programar sus cirugías o realizar tratamientos con asombrosa precisión.
La espectroscopía por resonancia magnética (ERM) es un examen que permite el estudio del metabolismo celular “in vivo” proporcionando información bioquímica de los tejidos, principalmente del cerebro, de forma no invasiva.
Como resultado de la espectroscopía, los metabolitos son representados según su preponderancia en un gráfico espectral.
La variación de los valores normales son los que permiten un diagnóstico diferencial de las distintas patologías tales como tumores, lesiones posradiación, enfermedad neurodegenerativa, síndrome convulsivo, neuroinfección, etcétera.
El estudio de la mama con bobinas específicas es otra de las aplicaciones que permite el examen del tejido mamario para identificar lesiones y también el control de prótesis mamarias.
Las micro bobinas de 2.3 y 4.7 pulgadas permite realizar cortes submilimétricos para el estudio de la piel, el ojo, dedos, cartílago articular, etcétera obteniendo detalles muy finos de estas regiones.
La morfología y la función del corazón también pueden ser estudiadas con precisión en resonadores de alto campo.
La artroresonancia es el estudio de las articulaciones con contraste intrarticular. Esto permite el diagnóstico mínimamente invasivo de la cápsula articular, por ejemplo, en pacientes que han sufrido luxaciones del hombro.
Estos son algunos de los tantos estudios que se pueden realizar con un equipo de resonancia magnética de alto campo.
En el Grupo Roentgen creemos necesario que los pacientes estén informados acerca de la tecnología que tienen a su alcance. Esto es importante al momento de decidir dónde realizar una resonancia magnética, ya que en el diagnóstico preciso y temprano está la posibilidad de una mejor calidad de vida.
Dr. Osvaldo Paesani
Director del Grupo Roentgen
Lic. Eugenio Righi
Servicio de Resonancia Magnética