El pasado 9 de junio la Escuela Justo José de Urquiza, que funciona en el barrio Mariano Moreno de la ciudad de Villa María, tuvo que suspender el dictado de clases debido a inconvenientes que se presentaron en el techo de la institución.
Precisamente, comenzó a ceder la estructura que sostiene las placas de durlock que fueron colocadas el año pasado, entre otras cosas por la humedad que invadió algunos sectores del edificio, lo que generó desprendimientos que pusieron en riesgo la integridad física tanto de estudiantes como de docentes y personal de limpieza, entre otros.
Fue por ello que, tras la correspondiente autorización del Ministerio de Educación de la provincia de Córdoba, algunos de los cursos debieron trasladarse a las instalaciones del Jockey Club para continuar con el normal desarrollo del ciclo lectivo, mientras que los demás alumnos reciben sus enseñanzas en el comedor de la escuela.
Para conocer la situación actual de la escuela EL DIARIO dialogó con su directora, Analía Buggia, quien comentó que “desde el viernes han comenzado las tareas de reparación de los techos que estaban dañados”.
“Hasta el momento se ha arreglado uno de los baños y mañana (por hoy) se va a continuar con el otro”, completó.
Al mismo tiempo la docente señaló que “lo que se está haciendo es reforzar la estructura y seguidamente se vuelven a colocar las placas de durlock”.
“También se va a colocar una ‘H’ de aluminio para que esa estructura no vuelva a ceder y en el futuro no haya posibilidades de que nos vuelva a pasar lo mismo”, precisó.
Por otra parte Buggia contó que “hemos formado una comisión de seguimiento para ir viendo cómo avanza la obra y hoy ese grupo va a ir al edificio para supervisar las tareas que se están llevando adelante”.
“No se nos ha dado un plazo de ejecución, pero calculamos que antes de las vacaciones de invierno o durante las mismas todo va a estar listo. Cuando empiecen de nuevo las clases ya estaríamos funcionando normalmente en nuestro edificio”, manifestó esperanzada.
Para más detalles comentó que “el grupo que está asistiendo a clases en las instalaciones del Jockey Club (cuarto, quinto y sexto grado) lo está haciendo de 8 a 12 y a esa hora se cruzan a la escuela para comer”.
“La gente de la Municipalidad de Villa María nos ha dado unos calefactores, así que el lugar también está calefaccionado”, agradeció.
Seguidamente se mostró satisfecha porque “los padres de los alumnos que tienen que ir al Jockey están colaborando perfectamente, llevando a los chicos a horario todos los días. Además, sobre la ruta hay personal de Seguridad Ciudadana resguardando a los niños para que crucen sin problemas”.
“Los demás alumnos concurren a clases en el comedor de la escuela. Allí están un poco más apretados de lo habitual, pero todo se está dando demasiado bien y sin mayores inconvenientes”, sostuvo.
Finalmente, Buggia señaló que “los primeros días los niños extrañaron estar en el edificio de la escuela, pero ahora ya están acostumbrados y están contentos”.
“Además, el club tiene un predio muy grande y allí los estudiantes aprovechan para realizar todo tipo de actividades”, dijo.