En el marco de las negociaciones paritarias que se están llevando a cabo a nivel nacional, el gremio de camioneros decretó un paro que frenó por completo la actividad de los camiones de caudales desde el domingo y hasta mañana, lo que podría generar un desabastecimiento en cajeros automáticos de la ciudad.
Ayer, los empleados de la empresa Prosegur, única encargada del transporte de caudales en la ciudad, junto a representantes del gremio de camioneros, instalaron un gazebo en la sede de la empresa, en bulevar Sarmiento al 1600, para intensificar el pedido de aumento del 40%.
“La medida de fuerza se decidió porque pedimos un 40% de aumento y el ofrecimiento de las empresas no fue bueno. El primero fue del 26% y el viernes pasado se volvieron a reunir y ofrecieron un 28%, lo que fue totalmente rechazado por la Federación de Camioneros”, explicó Eugenio Salvatori, protesorero del Sindicato de Camioneros Filial Villa María.
“En Villa María la única empresa que tenemos es ésta y todos los empleados están de acuerdo y se han adherido, por ende, no saldrán los camiones a hacer bancos, cajeros, nada”, detalló.
Daniel Luna, delegado zonal del gremio de los camioneros, justificó la medida diciendo que se hace “frente a ofrecimientos impropios y no razonamiento de las empresas ante el pedido del trabajador”.
Salvatori adelantó que mañana volverán a reunirse las partes en el Ministerio de Trabajo de la Nación “y la información que manejamos es que la medida se va a extender hasta ese momento” y confió que “nosotros, los números desde acá no los manejamos, lo maneja la federación con el consejo directivo y acatamos las órdenes que nos bajan de allá”.
Respecto a los números, el protesorero del gremio que encabezan Hugo y Pablo Moyano a nivel nacional recordó que el año pasado el acuerdo fue por 26,5%, “que lamentablemente la inflación se lo terminó comiendo, por eso este año se pide un poco más, acatando la realidad del país”.
En ese sentido, Salvatori sostuvo que “con un aumento del 40% tampoco se puede hacer mucho y, además, muchos están afectados por Impuesto a las Ganancias”.
Actualmente, el sueldo básico de un empleado de transportes de caudales arranca en seis mil pesos y, según se quejaban algunos de los empleados que estaban ayer en el lugar, “hay que pasarse todo el día arriba del camión para llegar a $10.000”.
“Si la presidenta aumentó las asignaciones en un 40%, no estamos tan errados en lo que pedimos”, planteó.
De todas formas, resaltó que “el diálogo está abierto” y mañana decidirán si continúan o no con el paro, aunque, en caso de que las negociaciones no lleguen a buen puerto, ya se especula con que el ministerio dicte la conciliación obligatoria.
Sobre el momento en que se están llevando a cabo las discusiones salariales, el dirigente zonal reconoció que “la mayoría de las paritarias ya se cerró y ésta debe ser la última”, pero consideró que “debe ser por una cuestión de que la federación habrá querido esperar a ver qué es lo que sucedía con el resto de las paritarias”.