Una veintena de personas reclamaron ayer la libertad de un villamariense que se encuentra alojado en la cárcel de barrio Belgrano, donde purga un condena a 14 años de prisión tras haber sido declarado culpable de haber violado a tres menores de su entorno familiar.
La ruidosa protesta se produjo frente al edificio de Tribunales, donde familiares de Gabriel Horacio Franco exhibieron carteles con consignas a favor del condenado y en contra de la Justicia.
“Libertad para los condenados sin sentencia firme”... “Justicia para Gabriel Franco. Fuerza Gabi”... “Siempre te vamos a apoyar” y “Basta de tanta injusticia en contra de Gabriel Franco” rezaban las pancartas que los manifestantes colgaron frente a la sede judicial de calle General Paz, al tiempo que hacían sonar un bombo y un redoblante para hacerse escuchar.
Sin generar incidentes, pero reclamando a viva voz sobre la inocencia de su familiar, los presentes se quejaron porque el camarista que presidió el juicio, René Gandarillas, “nunca nos recibió para darnos una explicación”.
“Queremos que nos diga por qué condenó a mi hermano”, enfatizó Cristian Franco, y agregó que “ya vinimos en varias oportunidades, pero nunca nos recibió”.
Dura condena
El 30 de octubre de 2013, Gabriel Franco fue declarado autor penalmente responsable de “corrupción de menores agravada y continuada”, “abuso sexual gravemente ultrajante”, “abuso sexual con acceso carnal” y “tentativa de abuso sexual con acceso carnal”, y se le impuso una pena de 14 años de prisión.
Los hechos por los cuales fue juzgado y condenado se produjeron entre 1996 y 2009, cuando las víctimas (tres chicas de su entorno familiar) tenían entre 5 y 18 años de edad.
En la requisitoria de elevación a juicio, el fiscal que instruyó la causa, Félix Martínez, sostuvo que las víctimas fueron abusadas “en un número indeterminado de veces, valiéndose de la relación de convivencia con las denunciantes, cuando todavía eran menores de edad”.
Al declarar en el juicio, las tres denunciantes ratificaron todo lo que habían expresado cuando formularon la grave denuncia, pero la madre de dos de ellas, casada legalmente con Franco, refutó a sus hijas, diciendo que ambas habían mentido.
Finalmente, cabe señalar que la condena no está firme, porque la Defensa apeló el fallo ante el Tribunal Superior de Justicia.