El dragado del río podría iniciarse la semana próxima y comprenderá un trabajo continuo porque por el arrastre de sedimentos desde aguas arriba la situación de la cuenca local puede verse modificada de un mes al otro.
Esto se desprende de lo que declaró a EL DIARIO el secretario de Ambiente y Desarrollo Urbano de la Municipalidad de Villa María, Rodolfo Bergamasco, quien también reveló que está en etapa de reparación la compuerta rota desde hace años (ver recuadro aparte). Para finalizar esos arreglos deberán cortar el paso del agua en un tramo porque se necesita un sector de cauce seco.
Por otro lado, el funcionario desestimó eventuales mayores riesgos para la ribera de Villa Nueva por la extensión de terraplenes sobre barrios costeros de nuestra localidad. “No los elevamos”, argumentó.
Declaraciones
Bergamasco recordó que Recursos Hídricos de la Provincia -“la dueña del río”- autorizó la limpieza y el mejoramiento del cauce y márgenes del Ctalamochita desde el puente Andino hasta las compuertas.
“A partir de esa nota se realizó un convenio con Eninder, en virtud de que involucra a dos municipios que pertenecen a este ente, para que llevara adelante el proceso de generar acuerdos con empresas que estén relacionadas con el rubro, para lograr estas extracciones. Se van a hacer en la costa mediante métodos mecánicos directos y tratar de intentar extracciones del cauce del río para que con esa especie de dragado se tenga mayor capacidad de evacuación de caudales”, precisó
La habilitación de extracción es por seis meses y se va a efectuar por etapas. Esto será así porque “el proceso de creciente que ha habido en cuenca alta ha removido desde Embalse de Río Tercero y Piedras Moras y ha alimentado con arena nuevamente todo el cauce, por lo tanto lo que saquemos en un mes va a ser prácticamente compensando al mes siguiente. Es una tarea que tendremos que realizar de forma permanente y monitoreándola hasta tanto Recursos Hídricos nos quite el permiso”, manifestó y adelantó que la obra podría iniciarse la semana próxima, con monitoreo de la Provincia.
“Tenemos cierta urgencia para hacerlo, más atendiendo a cuestiones de riesgo local para los dos ciudades”, subrayó.
Ante una pregunta, señaló que “si ocurriera un evento similar y las costas y el cauce tienen mayor capacidad para evacuar caudales, obviamente el comportamiento sería algo más leve, pero uno no puede medir la magnitud de estos hechos naturales”.
“Estamos trabajando desde todos los medios en tratar de minimizar esos efectos, mejorando defensas, tratando de agilizar el paso del agua por el cauce del río en su trayecto por la ciudad. Estamos tratando de avanzar en esas cuestiones más allá de que la Municipalidad ha gestionado estudios relativos a este comportamiento”, añadió.
Cuando se le planteó la preocupación de vecinos del villanovense Villa Oeste por la extensión de terraplenes en la ribera villamariense, Bergamasco sostuvo que “no se ha superado la altura de los albardones existentes”, por lo que desestimó mayores daños a la otra orilla. “Lo que hicimos es darle continuidad ante interrupciones que se habían dado. Insisto en el concepto, no los elevamos, tienen la misma altura que tenían hasta hace seis meses atrás, lo que hicimos es evitar discontinuidades por donde se generaban frentes de ingreso. De ninguna manera los hemos sobreelevado y no está previsto hacerlo. De ocurrido un hecho similar, al no tener ningún franco abierto no habría chance de rupturas que podrían generar ingresos de agua a los barrios de Villa María como hemos tenido en febrero pasado”, fue diciendo ante preguntas periodísticas.
Sobre la compuerta
Respecto a la compuerta rota, Rodolfo Bergamasco apuntó que la comuna debe programar un corte en el río “para poder trabajar en la parte de abajo de la misma, porque tiene un estrechamiento en su parte inferior que hay que corregirlo con el cauce seco”.
“Tenemos que secar un tramo para trabajar en el lugar. En la parte superior se está trabajando y en lo mecánico está prácticamente lista. Faltaría lo de abajo”, especificó.
Cuando se le preguntó sobre el efecto que tuvo ese paso roto durante la histórica creciente declaró: “Para poder analizar seria y responsablemente el efecto de una obstrucción o de una evacuación hay que hacer una modelización del río desde cinco kilómetros antes a cinco kilómetros después de las compuertas, para ver efectivamente la repercusión que podría haber tenido. En lo personal hago referencia a que lo que superaba el nivel del azud no llegaba a 40 centímetros, de haber estado en funcionamiento una más quizás en vez de 40 iban a ser 30 centímetros, pero insisto, hay que hacer una modelización de la cuenca para ver los efectos. Lo demás son cuestiones que se pueden discutir”.