A pesar del frío, las calles del centro de Villa María volvieron a ser el escenario de los festejos luego del triunfo argentino.
Como sucedió en los dos partidos anteriores del Mundial de Brasil, muchos jóvenes encabezaron los cánticos, tiñendo de celeste y blanco la esquina de San Martín y Buenos Aires. Previamente hubo quienes se arrimaron hasta el centro cultural para ver el partido en pantalla de cine.
Hubo familias enteras que se sumaron al festejo, desafiando las bajas temperaturas. Una muestra clara de que al calor lo puso la gente.