Sobre Ingeniería Agronómica
Motivados por el compromiso como profesionales ingenieros agrónomos graduados en la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), no podemos dejar de tomar partida por la situacíón que tiene como eje la modificación del plan de estudios de nuestra carrera para la acreditación ante la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU); entendiéndose por acreditación al proceso de evaluación respecto a la carga horaria mínima, los contenidos curriculares básicos y los criterios sobre la formación práctica que se establecen en conjunto con el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, el Consejo de Universidades y la Asociación Universitaria de Educación Agropecuaria Superior (AUDEAS), complementándose este proceso con una evaluación institucional y con objetivos claramente sociales.
Desde el año 2011, docentes, estudiantes, egresados y autoridades institucionales han trabajado arduamente para consensuar una propuesta de plan de estudios que atiende a los estándares de acreditación, la Ley de Educación Superior, la misión institucional de la UNVM y el convenio vigente entre la esta última y la Escuela Superior Integral de Lechería (ESIL). Finalmente, en marzo de 2014 este proyecto de plan de estudio fue aprobado por unanimidad en el Consejo Directivo del Instituto Académico Pedagógico (IAP) de Ciencias Básicas y Aplicadas y elevado hace más de 60 días el Consejo Superior (último órgano decisorio en el ámbito universitario), el cual expresa estar evaluando la compleja situación de Ingeniería Agronómica.
Por lo antes mencionado, como egresados ingenieros agrónomos de esta universidad, solicitamos al rector, a la vicerrectora y al Consejo Superior de la UNVM una pronta resolución en tal temática. Basamos nuestro legítimo pedido en La ley de Educación Superior que en su artículo 43 reglamenta que las carreras de interés público (incluida Ingeniería Agronómica) deben ser periódicamente acreditadas porque su ejercicio tiene consecuencias en la salud, los bienes, la seguridad, los derechos o la formación de las personas.
Para concluir, nos es de suma importancia hacer saber a toda la comunidad que como profesionales comprometidos socialmente cumplimos permanentemente con nuestras obligaciones para poder ejercer nuestro trabajo. Por tal motivo, nuestras premisas básicas son la colegiación y las normativas que regulan nuestra profesión, por lo que pedimos a quienes nos formaron, cumplimentar con las leyes que regulan la enseñanza superior.
Ingenieros agrónomos graduados en la UNVM
Contra los “fondos buitre”
La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) manifiesta su rechazo al fallo de la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, que desconoce la apelación de la Argentina respecto a los fondos de especulación financiera y mantiene lo resuelto por la judicatura de instancias inferiores en favor de dichos fondos, que no aceptaron el acuerdo alcanzado por el Estado argentino con el 92,4% de los bonistas.
El proceder de aquellos fondos, avalado por un Poder Judicial dependiente y parcial que favorece la concentración capitalista de la riqueza y aumenta las desigualdades existentes, está motivado por la codicia y despojado de toda ecuanimidad, ya que, además, se trata del Poder Judicial del país que imprime la moneda de pago.
Asimismo, la APDH reitera enfáticamente su postura en relación a que el Congreso de la Nación debe llevar adelante una auditoría pública de la totalidad de la deuda externa argentina, ya que existen sobradas pruebas de que es ilegal, ilegítima e inmoral a la luz del Derecho Internacional y que produce nocivas violaciones a los derechos humanos del pueblo argentino, sobre todo de aquellos grupos de mayor vulnerabilidad y pobreza. El Congreso nacional debe, asimismo, rechazar la inconcebible renuncia a nuestra jurisdicción soberana en toda decisión política y económica que afecte nuestra independencia y que impida la realización de todo proyecto de integración regional.
Mesa Directiva Buenos Aires. Delegación San Martín de APDH
Reclamo a un boliche bailable
El maltrato verbal y físico que me tuve que bancar en Jet-Set por parte de la gente que estaba entrando, haciéndome sentir siempre tan hermosa ("¡Gorda fea!"), muchas gracias, los rebanco. Después, una amiga me agarra la mano para hacerme saber que me espera abajo para entrar y tengo a una mujer policía agarrándome la muñeca y soltándome de ella, suponiendo que me voy a colar. Querés hacer de cuenta que cumplís tu labor y quedás como una estúpida.
La fila larguísima y eterna que se arma gracias a ustedes, porque eligen a tal o cual primero que a mí para pasar, siendo que hice la fila como se debía y, cag... de frío, esperé.
Después pretenden que no empujen para entrar los que vienen respetando la fila por un par de bol... que quieren entrar primero.
El queridísimo guardia que creyó que lo mejor era empujarme usándome como “manta” para envolver a todos los que estaban detrás mío y gritaba “¡fila de a dos!” casi aplastándome contra los demás. Loco, si quieren que la fila sea de a dos, ya que juntan miles de pesos por noche, hagan instalar una baranda con 80 centímetros de ancho así entran dos personas a la par en fila y todos contentos.
El mejor de la noche, el policía que parecía querer indagar dentro mi organismo y retirarme cada órgano vital, empujando su mano cada vez más hacia adentro de mi pecho, empujándome hacia atrás, manifestando "¡bájense del escalón!". A ver, te explico: si tengo a 20 personas detrás mío queriendo hacer lo mismo que yo -irse del boliche con su campera- y pensando en que los 20 empujan con una fuerza superior a la que yo tengo, ¿cómo se supone que yo pueda detener la ola de gente sola? Vos no me veías abalanzándome sobre vos y, sin embargo, me tuviste que empujar igual, primero por el pecho y después por el estómago. Te digo: hoy viernes, a las 17.30, me sigue doliendo; hasta diría que me tatuaste la forma de tus nudillos.
No puedo olvidarme de mencionar esas, aproximadamente, seis manos que me manosearon anónimamente mientras mi querido amigo no me dejaba respirar. Ni me gasté en putearlos. ¿Tener que implorarte que me dejaras pasar y me dejaras de reprimir por un mísero ticket de un abrigo? Fíjense en su público. Sabemos que son dos horas de fiesta y, sin embargo, nos tomamos un remís hasta allá y pagamos la entrada confiando en pasar un momento lindo con amigos en su lugar, ¡los elegimos a ustedes! ¿Y así nos lo devuelven? Piénsenlo.
Carolina Menardo