La orden tan temida llegó anteayer a la tarde, cuando Roberto Arribillaga, el vecino que no abandonó el terreno ocupado desde el 5 de abril de este año, recibió la notificación en la que la fiscal le ordena a los 15 imputados por “usurpación” abandonar el terreno en un lapso de siete días, que expira el miércoles próximo.
La parte de la manzana del barrio San Martín que fue ocupada está ubicada entre Ayacucho, Santiago del Estero y Sarmiento, donde 12 familias pensaban construir sus viviendas, tras abonar algunos meses de impuestos e iniciar acciones posesorias.
Sin embargo, el abogado Gustavo Mora asegura que el propietario de esos lotes -Bernardo Fernández Voglino, fallecido hace tres décadas y sin herederos- le había dado los terrenos “de palabra”, lo que generó una disputa en la Justicia por la posesión.
Mientras la fiscal analizaba el caso se dio una orden de no innovar y, en consecuencia, los cimientos quedaron cavados sin que pudieran avanzar en la construcción de las viviendas.
“Nosotros quisimos hacer las cosas dentro de la ley. Ocupamos un terreno que no tenía dueño, pero parece que acá la ley es para los que tienen plata”, dijo, preocupado, Arribillaga.
“Cuando vinimos, lo primero que hicimos fue la limpieza del lote. Había yuyos de dos metros de altura y, por eso, los vecinos que viven lindante a esta manzana quisieron declarar a favor nuestro. Pero no los llamaron. Esto estaba escrito de antes, porque lo único que consideraron fue lo que presentó el abogado Mora”, indicó.
Tras la limpieza del lote comenzaron a cavar los cimientos, mientras que las familias le pidieron a Arribillaga, el único desocupado del grupo, que se quedara en el lugar bajo una improvisada carpa que levantaron para sostener la ocupación.
Paralelamente, hicieron confeccionar los planos para dividir el predio en 12 lotes de 10 metros de frente, por 22 ó 31 de fondo, según los casos y abonaron algunas deudas impositivas. Todo lo que la ley entiende que es una acción posesoria.
“Boglino tenía gran parte del barrio San Martín y Mora dice que se la dio de palabra todo a él. ¿Le van a creer? ¿Porqué vale más su palabra que la nuestra? ¿Van a dejar que crezcan yuyos en gran parte del barrio mientras la gente no tiene tierras para hacer su casa? ¿Van a parar el crecimiento de la ciudad por lo que dice el abogado?”, preguntó.
Asesorados por un letrado, decidieron apelar ese recurso. “En caso de no tener respuesta vamos a reclamar públicamente. Nosotros vamos a ir a la Municipalidad a acampar hasta que nos den las tierras para construir nuestras casas. La mayoría de nosotros tiene trabajo, algunos formal, otros no, pero vamos a poder hacer las casas para que vivan nuestras familias. Si no nos quieren escuchar, si no nos dan respuestas, nos vamos a encadenar”, concluyó.
Otro caso
Una historia similar se gestó en la ciudad en terrenos ocupados un 16 de julio de 2009 por cuatro familias en el barrio que entonces se llamaba General Roca y hoy lleva el nombre “La Calera”.
Se trata de tres manzanas situadas detrás del cementerio, al costado de las vías del ferrocarril entre las calles Arenales y Deán Funes, donde hoy están construidas más de 100 viviendas de ladrillos.
El barrio cuenta con todos los servicios básicos y fue gestado con una ocupación similar a la de los vecinos que llegaron a los lotes del barrio San Martín. En este caso, no hubo intervención de la Justicia porque era el Estado el propietario de los lotes y las autoridades decidieron no presentar recursos contra los vecinos.