Tras recibirlos en su despacho, el fiscal Gustavo Atienza dispuso ayer la liberación de dos de los tres dirigentes de la Unión de Policías y Penitenciarios de Argentina, filial Córdoba (UPPAC), que habían quedado detenidos el sábado pasado junto a otras 26 personas.
La novedad se inscribió en el marco de la causa abierta por la reunión que mantuvieron policías en actividad y retirados en un bar céntrico el sábado a la mañana con dirigentes sindicales, que aseguran que vinieron a la ciudad a brindar información y hablar sobre un fallo judicial que los autoriza a conformar un sindicato.
Como se conoce, durante casi toda la jornada sabatina estuvieron demorados 28 policías y un fotógrafo que tomaba imágenes del encuentro. Atienza imputó a la mayoría por “desobediencia a la autoridad” y “resistencia a la autoridad”, pero a los dirigentes René Zabala -secretario general de UPPAC- María José Ceballos y Claudio Ricardo Cisneros también les endilgó el delito de “privación ilegítima de la libertad”, aparentemente por obstaculizar el movimiento del jefe de la Departamental San Martín, Luis Gerbino.
Fue precisamente a estas tres personas a quienes les tomó indagatoria en la mañana y el mediodía de la víspera.
Cerca de las 13, otorgó la libertad a Ceballos y a Cisneros. Y pasadas las 14 decidió conservar la prisión para Zabala.
En un diálogo escueto con EL DIARIO, argumentó que lo hizo porque “presenta antecedentes penales reiterados”, aunque ante la pregunta evitó develar cuáles son.
“El propio Código de Procedimiento indica que procesos anteriores implican indicios de una peligrosidad procesal”, justificó el titular de la Fiscalía del Segundo Turno.
En cambio, a las otras dos personas sí les brindó la libertad, tras permanecer cinco días presas. Esto se dio porque “no revestían indicios, por el momento, de peligrosidad procesal”. Atienza subrayó la expresión “por el momento”.
Durante esta instancia procesal, los tres imputados negaron el hecho que se les endilgó y luego se abstuvieron de declarar, es decir que no brindaron ninguna información del suceso ni contestaron preguntas, ante la sugerencia de sus abogados.
Pidieron no ser fotografiados y hubo absoluto silencio
Caras largas por momentos, nerviosismo y diálogos en voz baja marcaron la espera de familiares, abogados y dirigentes que aguardaron las indagatorias de las tres personas que habían quedado detenidas desde el sábado.
EL DIARIO buscó la palabra de varios de ellos, pero todos se excusaron. Desde la UPPAC dijeron que hablarían, en conferencia de prensa, más adelante.
En el pasillo y en barandilla de la Fiscalía de Instrucción del Segundo Turno también se encontraban algunos de los policías que estuvieron demorados el sábado y cuya situación procesal sigue, por el momento, igual.