¿Qué puede esperarse de un hombre cooperativo?
Un hombre educado, porque la educación es la base para la transformación de los ciudadanos y su conocimiento lo llevará a tener una mayor cultura política.
Es desde las escuelas donde se debe promover la enseñanza del cooperativismo, porque la educación de los niños debe tener una tendencia social integral para el mañana (una visión con valores, la empresa, la ciencia, la política y la espiritualidad).
Ya es hora de acabar con los milenarios cuentos de viejas que presentan la felicidad, la dicha, la buena fortuna como objetivos apetecibles.
Demasiado tiempo se ha tratado de convencernos, y lo hemos creído de buena gana, de que la búsqueda de la felicidad al fin nos deparará felicidad.
No intento en el cooperativismo ser maestro, sobran muchos maestros, sólo intento ayudar a pensar, abandonar el mundo de fantasía en el que vivimos durante estos años y porque se puede ser más feliz de lo que somos ahora.