La proliferación de las cooperativas que se desarrollaron en Europa durante el Siglo XIX, como reacción popular de defensa frente a las situaciones de injusticia y abuso, derivadas de las condiciones imperantes de la época, fue muy pronto conocida en Argentina a través de las actividades e ideas traídas a nuestro país por los inmigrantes, quienes aplicaron el sistema cooperativo a la variedad de actividades productivas y económicas.
En nuestro país, la creación de cooperativas responde a dos tipos de prácticas diferentes:
Un grupo fue creado por sectores obreros con el fin de liberarse o, por lo menos, aminorar los efectos de la explotación capitalista.
Otro grupo fue originado por integrantes de la clase media y clase media alta, para poder desarrollar su actividad comercial o industrial, enfrentando a las grandes empresas monopólicas, la banca extranjera y las dificultades económicas.
Así, en 1898 se fundó "El Progreso Agrícola de Pigüé", Cooperativa de Seguros y anexos, creada por colonos franceses que se afincaron en la provincia de Buenos Aires, cuyo objeto social fue la cobertura del riesgo del granizo sobre los sembrados.
A principios del año 1900 se destacó la actividad crediticia del "Fondo Comunal Sociedad Cooperativa Agrícola Ltda." de Villa Domínguez, provincia de Entre Ríos.
En 1905, el doctor Juan B. Justo fundó "El Hogar Obrero", Cooperativa de Consumo y Vivienda.
En 1916 se creó la Cooperativa de propietarios de automóviles de alquiler y afines (Capital Federal). Fue, en definitiva, una cooperativa de provisión para el trabajo.
Más adelante surgieron las cooperativas telefónicas, eléctricas y de agua corriente; las de trabajo, crédito, enseñanza y una amplia variedad de ramas que cubren las más diversas especialidades de la actividad económica.
En 1922 se constituyó en la ciudad de Rosario la primera Federación de Cooperativas del país, que perteneció al cooperativismo del sector agrario: la Asociación de Cooperativas Argentinas Coop. Ltda. (ACA), ejemplo vigente de la organización federativa Argentina.
En la actualidad el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), es la autoridad de aplicación de la legislación cooperativa. Tiene a su cargo el registro, control y fomento de las cooperativas de todo el país. Por otra parte, distintas provincias han decidido ir creando en su ámbito su propio organismo de contralor y promoción del sector cooperativo.