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"Nadie recuerda a los detractores de Perón e Yrigoyen porque la historia sepulta a los mediocres y a los traidores a la Patria”. Palabras de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el acto de reconocimiento a los líderes del peronismo y radicalismo, respectivamente.

Entre el celeste y blanco de las camisetas y la pasión por el deporte de multitudes, se cumplió un nuevo aniversario de las desapariciones de dos figuras emblemáticas, de esas “difíciles” de conseguir para enaltecer el álbum de la historia de un país.

Yrigoyen y Perón recorrieron el camino del campo popular y coincidieron en determinados principios, entre  ellos la fortaleza del Estado, la defensa de la soberanía y la felicidad del pueblo.

Hipólito Yrigoyen murió el 3 de julio de 1933. Pasaron 81 años de su fallecimiento y sus palabras siguen vigentes. “La democracia no consiste sólo en la garantía de libertad política, sino que entraña a la vez la posibilidad para todos de alcanzar un mínimo de felicidad”.

El líder radical que estuvo sentado en el sillón de la Presidencia en dos oportunidades hizo cambios trascendentes en el tejido social y levantó bien alto los intereses de la Nación y del pueblo.

Juan Domingo Perón murió el 1 de julio de 1974, fue el gestor de las conquistas de los trabajadores y su doctrina continúa vigente, con distintos rostros y matices. “La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo”. 

Dos líderes que tuvieron un hilo conductor, combatir a los que refugiados en las sombras manejaban el poder en nuestro país. Esos que hoy están más visibles, pero continúan intentando imponer la nueva forma de esclavitud de los pueblos a través del sometimiento financiero.

Cuando los ecos del Mundial se vayan perdiendo en el túnel del tiempo y resurjan las voces proselitistas, sería ideal que la mayoría de los que eligieron el camino de la política volviera a leer una y otra vez las enseñanzas que dejaron (con errores como todos) Yrigoyen y Perón, entre otros grandes luchadores del Siglo XX.

Muchos podrán decir que Yrigoyen y Perón son parte de la nostalgia del pasado y que “el mundo cambió”.

Sí, el mundo cambió. Hoy tenemos nuevas formas de comunicarnos, la tecnología avanzó, el fútbol “bonito” se perdió entre la táctica y la estrategia, el marketing se impuso sobre los actos partidarios y las redes sociales se apoderaron de la magia del contacto cara a cara, entre otras tantas variantes de las transformaciones del Siglo XXI.

 

Las cuestiones

de fondo están allí

Pero, también es cierto que las cuestiones de fondo que Yrigoyen y Perón plantearon están allí. Sobreviviendo a todos como si para ellos (emperadores del coloniaje) se les hubiera reservado el secreto de la “vida eterna”.

“Sólo los partidos que no tienen más objetivo que el éxito aplauden a benefactores que los acercan al poder a costa de sus propios ideales”. Una de las tantas frases de Yrigoyen.

“Los hombres que vengan al peronismo deben hacerlo con la voluntad decidida a poner todos los días algo de su parte, para ennoblecerlo y dignificarlo”. Lo dijo Perón.

Nobleza, dignidad, ideales. Condimentos que no abundan en el cóctel creado por cierta dirigencia de estos “nuevos tiempos”.

Vemos, en esta realidad que no es tan diferente a la del siglo pasado, referentes “populares” (según su sello) que aplauden a “benefactores que los acercan al poder a costa de sus propios ideales”.

También, se visualizan los que “no han hecho demasiado” por dignificar al peronismo. Más bien, todo lo contrario.

¿Qué dirían Yrigoyen y Perón observando este mapa fragmentado de sus principales movimientos?

¿Qué dirían? 

 

Las doctrinas marchan solas

Imposible saberlo. Ellos con su capacidad de conducción ya no están. Pero bien lo repitió Perón en varias oportunidades. No son los hombres los que marchan solos, es la doctrina. “Hay una cosa que debe marchar sola;  la doctrina, que pone a todo el mundo a patear para el mismo arco”.

El “mismo arco” es, usando el lenguaje futbolero”, patear para el país. Y la verdad, que se ven muchos jugadores con la camiseta cambiada y haciendo pases que parecen destinados a convertirse en goles en contra.

El radicalismo y el peronismo, como partidos políticos, tienen la obligación de replantearse los principios que les dieron origen y los sostuvieron a través del tiempo. Será el mejor reconocimiento que les pueden hacer a sus líderes y al pueblo.

 

El ojo de la cerradura

 

“Lo viví en carne propia”

“Cuando De Pedro nos convocó por este proyecto, rápidamente nos pusimos a trabajar. Es una tragedia que viví en carne propia. Ese 3 de noviembre ya estaba recibido de médico anestesiólogo y realizaba una pasantía en el Hospital de Urgencias de Córdoba. El hospital tuvo que montar un quirófano de campaña para poder asistir a las víctimas. Llegamos al lugar y vimos la desolación, la tristeza, el dolor. Las explosiones nos marcaron a cada uno de nosotros. Era un médico recién recibido y eso a mí me marcó para toda la vida”. Lo expresó el diputado nacional Fabián Francioni durante la sesión que trató la ley para  indemnizar a quienes sufrieron daños físicos y/o materiales provocados por las explosiones en la Fábrica Militar de Río Tercero en noviembre de 1995. 

 

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