Desde Brasil, especial para
EL DIARIO
"Brincadeira" es el término que utilizan los brasileños para explicar las bromas y las cargadas, cuando una discusión de fútbol sube de tono y atenúan con esa palabra cualquier otro tipo de hostilidad que muchas veces los fanáticos no saben manejar. Pero la rivalidad está. Y a pesar de que no lo quieren nombrar ni invocar, una hipotética final entre Brasil y Argentina forma parte del imaginario deseado de muchos de los presentes, y de FIFA también, sin lugar a dudas.
Pero los brasileños no están tan “confiantes” como antes. La lesión de Neymar y la sanción por dos amonestaciones del capitán Thiago Silva, dejó un lugar a la preocupación y a la mesura. Ya la “brincadeira” no se escucha en cada esquina.
Es que el triunfo ante Colombia trajo más preocupaciones que alegrías, por lo sufrido y por las consecuencias. Sin embargo, en algo que el brasileño es cabeza de serie es en la fe y tiene motivos de sobra para ilusionarse.
En Sao Paulo, sin decirlo abiertamente, apoyan a Holanda. Es que no quieren saber nada con eso de definir la Copa del Mundo ante Argentina.
Las heridas del Maracanazo Uruguayo no cicatrizan y temen que vuelvan a abrirse, con más severidad, si Lionel Messi levanta el trofeo en sus propias narices.
A decir verdad, los “brazucas” son conscientes de que no tienen la jerarquía del plantel de otros campeonatos y que el hecho de ser dueños de casa es un aliado. Y por eso respaldan a Holanda, porque más humillante que perder ante Argentina no debe haber.
En cada publicidad televisiva hay una camiseta argentina que es humillada, un actor que es sometido a burlas y, en parte, deja en claro que Brasil prefiere discutir el trofeo con los de naranja y no con los albicelestes.
Pero primero Alemania. Les ganaron la Copa en Corea Japón 2002 aunque ahora saben que el escenario es diferente. Porque los germanos son una aplanadora, porque Miroslav Klose ya alcanzó a Ronaldo en la cumbre de goleadores históricos y tiene dos partidos más para superarlo, con el riesgo que sea justo ante ellos. Porque no dan las garantías, porque intentaron en el Tribunal de Penas apelar para que le saquen una amonestación a Thiago Silva y porque la baja de Neymar hoy no tiene vacante. “Argentina no teim Agüero ni Di María, Holanda pasa”, repiten en la calle, pero en voz baja, por dentro, lo ruegan. No vaya a ser cosa de que el Maracaná brinde sorpresas.
De todos modos, Holanda y Alemania también arrastran sus pergaminos. La “brincadeira” debería contemplar también otros protagonistas, aunque sea contra los argentinos el máximo blanco de cargadas.