La psitacosis en una enfermedad infecciosa de las aves, como loros, canarios, jilgueros, palomas, pericos y cotorras, entre otros, producida por un microorganismo llamado chlamydia psittaci, del cual surge su nombre.
La transmisión
Es una zoonosis por lo que se transmite al hombre a través del contacto directo con pájaros infectados, portadores sanos o enfermos y por inhalación o ingestión de secreciones oculares, respiratorias, heces secas y polvo de plumas, que se pulverizan en el aire y luego son aspiradas por las personas. En general ocurre al limpiar las jaulas, alimentar las aves o al observarlas simplemente.
El grupo de riesgo lo constituyen los dueños, los criadores de aves y personal de tiendas de mascotas. La transmisión entre aves en cautiverio es por la misma vía de contagio.
Los síntomas
Período de incubación es de cinco a 14 días.
El cuadro respiratorio es semejante a una gripe, cursando en forma leve a moderada, aunque puede progresar a una neumonía severa comenzando con fiebre, dolor de cabeza y decaimiento general, especialmente en niños, ancianos o inmunodeprimidos. Si se presenta algunos de estos síntomas y coincide con el contacto con un ave enferma, acudir rápidamente al centro de salud u hospital más cercano para hacer la consulta pertinente.
En las aves los síntomas pueden pasar inadvertidos y estar aparentemente sanas, o llegar a presentar signos como conjuntivitis, decaimiento, diarrea, dificultad respiratoria y finalmente la muerte. Durante una situación de estrés como la captura, el hacinamiento, la falta de alimentación, el cambio de ambiente, las clamidias que se hallan en forma latente comienzan a multiplicarse y aparecen los primeros síntomas, por lo que se debe consultar rápidamente al veterinario para un diagnóstico precoz y tratamiento adecuados. En caso de confirmarse, éste por ley hará la denuncia a los organismos oficiales, ya que es una zoonosis de denuncia obligatoria.
Los brotes
Ocurren mayormente por adquirir aves como mascotas en puestos de venta clandestinos, que capturan aves silvestres y las comercializan sin el control sanitario ni los tratamientos preventivos pertinentes. Hay que recordar que, en febrero de este año, se emitió un alerta en la provincia de Mendoza por psitacosis por un caso fatal de una mujer y dos enfermos por la compra de loros silvestres, con diagnóstico positivo a chlamydia psittaci.
En este año hubo un total 42 casos a nivel nacional: Buenos Aires 7, Entre Ríos 3, Mendoza 15, San Luis 14, Corrientes 1, Santiago del Estero 1, Neuquén 1. Fuente Reporte Epidemiológico de Córdoba. (Datos del Ministerio de Salud de la Nación).
El tratamiento
Las personas como las aves deberán recibir antibióticos según prescripción médica y veterinaria, respectivamente. Los familiares y personas cercanas al enfermo deberán ser controlados por posible aparición de síntomas.
La prevención
Al comprar un ave deberá mantenerlo aislado como mínimo 45 días antes de incorporarla a las otras aves para realizarle el tratamiento preventivo indicado por el veterinario, justamente para evitar el contagio de enfermedades.
No compre aves en lugares no autorizados, como vendedores ambulantes callejeros.
Exigir certificado sanitario “libre de psitacosis” emitido por el veterinario.
Solicitar comprobante de compra para conocer la procedencia en caso de enfermedad.
En caso de importar palomas deportivas se debe pedir el certificado veterinario internacional del país exportador.
Evitar comprar aves enfermas con secreción lagrimal o nasal, decaídas o con diarreas.
Evitar el estrés en las aves, respetar las dimensiones de espacio vital del ave dentro de las jaulas, colocarlas en lugares aireados lejos de zonas de humedad y alimentarlos correctamente. Evitar el hacinamiento, el transporte innecesario o los enfriamientos.
Limpiar con solución desinfectante las jaulas y pisos de la misma: una parte de lavandina en nueve partes de agua, realizarlo todos los días, eliminando los restos de materia fecal, ya que éstas una vez secas se pulverizan y pueden contagiar al hombre y otras aves.
No permanecer largos períodos en habitaciones cerradas donde existan aves.
No levantar aves del suelo o que no puedan volar, con heridas o dificultad respiratoria, especialmente los niños que les gusta recoger aves que encuentran en las plazas y parques.
Finalmente no capturar aves silvestres.
Para concluir, las medidas preventivas son fundamentales para evitar la aparición de esta enfermedad, por lo que es muy importante su difusión a través de los medios, para que todos la conozcan y así concientizar a la población de cómo cuidar su propia salud y la de todos.
Dra. Gabriela Demilta
Médica Veterinaria
MP 3619