El teatro empieza en la calle para luego subirse al escenario y más tarde bajar otra vez. Este aforismo, que de alguna manera explica el ciclo natural de la actuación, fue tomado al pie de la letra el pasado viernes por los chicos de El Ecléctico.
Es que la función ya empezaba en las veredas con el elenco y sus directores disfrazados. Y al subir las escaleras hacia la sala del club, los espectadores quedaban automáticamente comprendidos en una suerte de “casa de los locos Adams”; una en donde sus integrantes portaban un look digno de una película de Almodóvar o La Naranja Mecánica.
Melange de estilos y géneros
Una vez en la sala se abrió el telón y Pablo Barone junto a Romina Miranda contaron lo que iba a verse en escena, es decir, “una verdadera sopa ecléctica”; melange de estilos y géneros teatrales y literarios.
La función empezó con Julia Ferreras Chiavenatto y Matías González parodiando una telenovela venezolana. Luego Felipe Scaraffía y Valentín Aguzzi se pusieron en la piel de dos “ladys” que lloraban la muerte de su esposo y su amante respectivamente, fusionando el grotesco al humor y la tragedia. Virginia Cabrera se animó al unipersonal y en escena encarnó al narrador de “El corazón delator”, un clásico de Edgar Allan Poe.
Se realizó la parodia de una peluquería, otra de un gimnasio y otra de un velorio, con un padre machista velando a su hijo “gay” y recibiendo, sin asumirlo, a sus novios anteriores. El espectro de las representaciones fue muy amplio y las actuaciones fluidas. Se notó la impronta de los profesores en la formación de los jóvenes actores, ya que según Barone “la idea de El Ecléctico es incentivar la capacidad de improvisación como herramienta fundamental para salir a escena”. Completaron el elenco Irene Alamo, Malena Ancarani, Federico Piraino, Carla Céliz, Elías Jaluf, Agostina Lagos y Marcelo Bettiol.
“Sopa Ecléctica” se mantendrá en cartel todos los viernes del mes desde las 22 en el teatro del Club Sarmiento, con un menú que irá cambiando en cada función. Como una sopa que combina en cada cena los distintos ingredientes del teatro. Es una fabulosa oportunidad para ver cómo estos profesores trabajan con adolescentes el arte de subir a escena, y a la vez un muy interesante menú artístico para todo público en tiempo de vacaciones.
Iván Wielikosielek
Especial