La permanente propagación de humo desde varios cortaderos de ladrillos causa zozobra en las inmediaciones de la estación Petrobrás ubicada en barrio Las Playas.
La proximidad del fuego a los depósitos de combustible de la citada estación no es el único riesgo, ya que el humo se adueña también de la ruta nacional 9, impidiendo la visión de los automovilistas.
Según manifestó ayer a EL DIARIO el encargado de la estación, Gabriel Resio, "la humareda es permanente, pero se agrava en días de mucho viento, como ocurrió el sábado por la tarde, en que debimos cerrar la atención al público durante tres horas, porque el humo nos invadió inclusive adentro del edificio".
Agregó que el problema se está agravando desde el año pasado, con la instalación de más cortaderos: ya hay tres a pocos metros de la estación de propiedad de Gas Natural Comprimido SA.
Según se indicó a nuestro cronista, los ladrilleros compran la chala de maní de una planta seleccionadora que hay en las inmediaciones y no sólo la usan para mezclar con el barro, sino que la queman, produciendo un humo que se expande a lo largo de varias cuadras.
"Hemos denunciado el caso a la Municipalidad y hemos pedido el auxilio a Bomberos y Seguridad Ciudadana varias veces, pero la situación se complica cada vez más", recordó Resio.
"A nuestra empresa nos aplican normas muy exigentes de seguridad, lo que nos parece bien, pero a la vez a nadie parece importarle lo que pase si el fuego de estos cortaderos provoca una tragedia", comentó el comerciante.
Luego de la virulenta humareda del sábado, máquinas municipales limpiaron una franja lindera a la estación a manera de cortafuego. No obstante esta semana, desde la estación llamaron varias veces al Gobierno local por situaciones similares.
Cabe recordar que en mayo de 2012 la Justicia local condenó a seis meses de prisión de ejecución condicional a un chacarero que provocó un incendio en un campo lindero al suyo.
El productor agropecuario fue declarado culpable de incendio culposo por un siniestro ocurrido en julio de 2008 en un campo de la zona de Las Mojarras, que destruyó 55 hectáreas sembradas con trigo.
Se consideró que el agricultor villamariense Delfor Víctor Rovetto tuvo un proceder negligente que provocó un incendio de campo que devastó un sembradío de trigo, causando pérdidas cercanas a los 200 mil pesos.
La noche del 24 de julio del 2008 el agricultor le prendió fuego a restos de ramas, troncos y pastizales secos que había en su campo, colindante con el predio arrendado por Marcelo Ricardo Picco y se retiró del lugar sin verificar si el foco ígneo estaba totalmente apagado.
Al parecer, producto del viento que se levantó al día siguiente, el fuego se reavivó y se propagó al campo vecino.